Reaparición

"Queremos un hijo tuyo", Kabir Bedi-Sandokán aparece así en 'El Hormiguero'

Kabir Bedi en uno de sus éxitos en los años 70 tras la serie 'Sandokán'

Kabir Bedi en uno de sus éxitos en los años 70 tras la serie 'Sandokán'

El actor Kabir Bedi mide 1,88 y anoche se notó más que nunca que aquella imponente presencia cuando era el hombre más admirado en la España de la transición se confirmó cuando saludó a Pablo Motos. La diferencia con aquel Sandokán son los casi 50 años que median entre su gran éxito internacional y su actual madurez donde sigue siendo uno de los actores más queridos y reconocidos en India y su entorno. A sus 77 años el actor pakistaní sigue manteniendo aquel imán que le convirtió en sex-symbol internacional.

Kabir Bedi este lunes en 'El Hormiguero' Kabir Bedi este lunes en 'El Hormiguero'

Kabir Bedi este lunes en 'El Hormiguero' / Atresmedia

Pero lo de España fue aún más febril en aquellos años 70. La serie italiana Sandokán, basada en las aventureras novelas de Emilio Salgari sobre el Tigre de Malasia, se programaba los domingos por la tarde en la Primera y casi Única Cadena. Era un monopolio estelar que contribuía a que actores como Kabir Bedi se convirtieran en mitos absolutos. Su presencia en Madrid acuñó aquella frase que sonaba tan descarada como inédita en la España que salía de la dictadura. "Queremos un hijo tuyo", pedían las fans.

Bedi fue anoche el exótico invitado de El Hormiguero ya que no ha sido una figura que se prodigara por nuestro país desde aquellos agitados años de piratas malayos. El actor, primer intérprete del Bollywood reciente en trabajar en Hollywood, acudía al espacio de Antena 3 para presentar su autobiografía titulada Historias que debo contar.

Y es tan memorable aquella fama que gozó el actor que Pablo Motos aún le volvió a preguntar por la famosa escena de cuando el protagonista abate un tigre en el aire, que asombró en su momento, y que el presentador de El Hormiguero, que tenía el recuerdo de niño, se vio obligado a insistir.

El fenómeno de Sandokán, la serie más vista en Italia y España en aquellos años, llevó a Bedi a nuestro país para promocionar la ficción y ampliar el negocio de merchandising en torno al actor (ropa, cromos, juguetes, pastelitos). Se presentó en El Corte Inglés, en una de las sedes de Madrid, para firmar libros y era la tal la masa de fans que abarrotaban los pisos del edificio que fue obligado a escapar de allí y tuvo que correr por encima de los coches. Tuvo que acabar en el juzgado para declarar por el daño a los vehículos.

Además de la anécdota española la figura de Bedi es mucho más grande que su silueta en persona. No ha dejado de trabajar aunque sólo lo tengamos unidos a Sandokán y aunque ha tenido sus contratiempos económicos y familiares, como la muerte de un hijo de 28 años como consecuencia de un problema de salud mental, su carisma sigue firme y la nostalgia, en forma.

Anoche incluso fue invitado a tomarse una ducha en el plató. De chispas de titanio, por parte de Marron y sus experimentos:

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