La miniserie El Rey concluye hoy con la muerte del padre de don Juan Carlos, don Juan de Borbón, el 1 de abril de 1993. En 1990 se le había diagnosticado un cáncer de laringe, enfermedad que finalmente acabó cobrándose su vida. Falleció en Pamplona y fue enterrado en el Monasterio de El Escorial con honores de rey de España. Las lágrimas del rey Juan Carlos y los gestos de consuelo de doña Sofía componían una escena que quedó para siempre grabada en la retina de los españoles. Hoy Mediaset pone punto y final a esta producción de estreno tardío con dicho momento tras hacer un repaso a la vida de don Juan Carlos desde su niñez. Lo que queda pendiente de una nueva ficción son los últimos veinte años de una monarquía que no ha sido cuestionada hasta los últimos tiempos y a la que recientemente ha tomado el relevo Felipe VI.
El proyecto sobre el monarca español ha constado de tres episodios, producidos por Videomedia, cuyo estreno se hizo esperar pues en principio se anunció para comienzos de año, pero el mal momento que atravesaba la monarquía parecía desaconsejarlo. El rodaje, además, se realizó varios meses antes, por lo que todavía acumula más retraso. Un rodaje de doce semanas para el que se confeccionaron 2.500 trajes y que incluyó localizaciones reales, como el palacio Villa Giralda en Estoril (Portugal), la Quinta del Pardo, primera residencia de don Juan Carlos y doña Sofía, o las Jarillas, finca madrileña en la que estudió don Juan Carlos durante la década de los 40 y donde comenzó a darse cuenta de sus obligaciones dinásticas.
Con guión de Antonio Mercero, el primer biopic sobre Juan Carlos I ha mostrado también la formación militar de don Juan Carlos, sus primeros amores -María Gabriela de Saboya y la condesa Olghina de Robillants-, a los que se opuso su padre, lo que provocó las primeras tensiones entre padre e hijo. En el capítulo anterior, don Juan de Borbón y don Juan Carlos se distancian definitivamente tras proclamar Franco como su sucesor al hijo, saltándose a don Juan y con él la línea dinástica establecida. Este tercer y último episodio se centra, en buena parte, en la relación de ambos, que al final acabaron reconciliándose y reconociendo don Juan a su hijo como legítimo Rey de España.
Otro punto fuerte de la producción es el reparto con Fernando Gil y Cristina Brondo dando vida a los reyes Juan Carlos y Sofía. Gil, por ejemplo, reconoció en su día que se ha tratado del papel "más difícil y comprometido" de su vida, "un personaje muy potente a mucho niveles, trágico, dramático y con singularidades de todo tipo, y una oportunidad de saldar una lección pendiente de mi generación, que desconoce muchos de los hechos de aquella época que llevó hasta la Transición". Destaca también el actor José Luis García Pérez en el papel de un don Juan quizás demasiado serio, estricto hasta el límite y siempre enfrentado a Franco. La serie, de hecho, no ha obviado momentos comprometidos como la muerte del infante don Alfonso a consecuencia de un disparo cuando era niño. Aunque la cámara no llega a entrar en la habitación sí se refleja el enorme dolor de una familia.
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