Es un desastre con un volante en las manos, pero muy eficaz con una cámara por delante. Ella dicen que es de Utrera, pero en su pasaporte pone que nació en Busán, Corea del Sur, en 1977. Tras un camino como estudiante y actriz en ciernes, fue reportera en Odiosas, un fugaz programa de La 1, y después colaboró en varios programas de Canal Sur. Es una de las escuderas de Wyoming en el programa de La Sexta El intermedio, con esa actitud de no enterarse bien de qué va todo, que no es completamente fingida. Usun Yoon despierta ingenuidad, pero también mucha intuición y olfato de espectáculo.
-Aclárenos, si usted es de Utrera ¿en qué barrio se crió y con quien jugaba de pequeña?
-No, no. Yo soy coreana. No soy de Utrera de verdad. Eso fue una idea del director (el andaluz Miguel Romero), de los guionistas, para darle más surrealismo a mi papel. Quedaba muy bien que era de Utrera, porque si me presentan diciendo que soy de Madrid o de Barcelona, no tendría tanta gracia con mi aspecto.
-¿Y conoce, por tanto, su patria de adopción?
-Todavía no. Me han invitado muchas veces, pero todavía no he podido ir porque tengo mucho trabajo. Si puedo, lo haré cuanto antes porque tengo muchas ganas.
-¿Le han hablado de los mostachones?
-Claro, sé que es el dulce más típico. Lo de Utrera es un ejemplo de ese pueblo del que habla un periodista de Madrid mostrando orgulloso el lugar de donde es.
-¿Cómo es capaz una utrerana de mentirijillas nacida en Corea llegar un día hasta El intermedio, al lado de Wyoming?
-¿Cómo llegué con el señor Wyoming?... pues... Después de estudiar en la universidad de Corea me marché a Canadá y antes de regresar a casa, estuve en Barcelona y me quedé ahí. No sé por qué fue aquello. Fue casualidad. Llevo ya muchos años en España y, eso sí, debería hablar mejor en castellano. Vine a España hace más de diez años y ya me siento en casa.
-Cuando hace sus reportajes y peculiares entrevistas en la calle ¿le sale natural o está concebido por los guionistas?
-Es natural cómo hago las entrevistas. Soy así. En principio no sabíamos cómo iba a ser el estilo y me dejaron a mi aire. Al principio no me acordaba del guión y por eso me quedaba callada tanto tiempo, dejando al otro que hablara y hablara. Me he dado cuento de que si yo hablo, la gente no cuenta. Me he dado cuenta de que si no hablo, la gente se pone a hablar, a contar cosas, a la fuerza. La gente no soporta el silencio y empieza a hablar por lo s codos
-¿Le funcionarían esas mismas armas en su Corea natal?
-No. Somos dos países muy distintos. Allí aguantarían más que estuviese callada y no hablarían así porque así.
-¿Quién lo pasa peor, usted o sus entrevistados?
-Sufrimos los dos. Cuando el otro está hablando yo me pongo a pensar, "y ahora qué le pregunto, cómo voy a seguir". Sí, yo sufro. Y mientras yo pienso, el otro también sufre, porque me imagino que se sorprenden.
-¿Se atiene al guión que le dan en la redacción cuando sale a la calle?
-El guión lo utilizo y lo respeto, claro, pero también tengo la oportunidad de ser libre, ir a mi aire. La primera vez que me vio Wyoming fue el primero en preguntarse si aquello que yo hacía iba a triunfar.
-Es usted una de esas becarias a las que les que echa la bronca...
-No. Quedó claro que Wyomingo no es así. Yo siempre seré para él Usun de Utrera.
-¿Cómo se lleva usted con Thais Villas o con Beatriz Montañez?
-Entre nosotras nos llevamos muy bien. Cada una tiene su personaje y cada una tiene su trabajo independiente, aunque a veces hacemos cosas juntas. Nos llevamos tan bien porque en este programa tenemos de verdad un ambiente de familia.
-Usted fue precursora de la emigración de La Sexta a Telecinco con aquella serie publicitaria que salía antes de 'Pasapalabra'...
-Era una cosa publicitaria de minuto y medio de duración, nada más. Pero yo por ahora pienso ser fiel a El intermedio. Me gusta mucho este programa y me gusta trabajar en la calle. Sobre la duración de las jornadas de trabajo, hay veces que se trabaja más y otras menos, pero el contacto con la gente te limpia el estrés.
-¿Cuál ha sido su peor día?
-Cuando no encuentras gente. El mejor día sin embargo es cuando te esperan al verte. Cada vez hay más gente que me reconoce
-Si no estuviera en El intermedio ¿qué le gustaría hacer?
-Me gustaría trabajar en un Telediario. En la universidad de Corea yo trabajaba en un informativo y dicen que lo hacía muy bien.
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