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Hitler tenía genitales de niño, según un documental del británico Channel 4
Las conclusiones se han sacado al secuenciar ADN de una tela ensangrentada donde Hitler se suicidó en mayo de 1945
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Un documental británico, producido por Channel 4, que se estrena este sábado explora el perfil genético de Adolf Hitler a través de un examen detallado de su ADN, extraído de la reliquia de una tela ensangrentada tomada del búnker berlinés donde se suicidó. El programa, dividido en dos episodios titulados El ADN de Hitler: El retrato de un dictador, expone que el líder nazi portaba una mutación en el gen PROK2 asociada al síndrome de Kallmann, una condición hereditaria que interrumpe el proceso puberal normal y puede generar complicaciones en el aparato reproductivo masculino, dejando sin desarrollar el aparato reproductor.
Este trastorno, que afecta aproximadamente a uno de cada 10.000 hombres, se caracteriza por una deficiencia en la producción de hormonas liberadoras de gonadotropina (GnRH), lo que retrasa o impide el inicio de la pubertad. Entre sus manifestaciones más comunes se encuentran el hipogonadismo hipogonadotrópico, bajos niveles de testosterona que provocan fatiga crónica, irritabilidad y alteraciones en el estado de ánimo; la anosmia o pérdida parcial del olfato, y entre los varones un riesgo elevado de criptorquidia (un testículo no descendido) o micropene, presente en alrededor del 5-10% de los casos diagnosticados. Además, puede derivar en infertilidad y dificultades en las interacciones sociales debido a los desequilibrios hormonales.
Su impacto en la autoestima y el desarrollo físico durante la adolescencia puede ser profundo. En aquella época se carecía de tratamientos efectivos más allá de terapias hormonales experimentales. La investigación, dirigida por la genetista Turi King, famosa en el Reino Unido por confirmar la identidad de los restos de Ricardo III en 2012 mediante análisis de ADN antiguo, se basa en una muestra única: un fragmento de tapicería empapada en sangre proveniente del sofá del Führerbunker en Berlín, donde Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945.
Uno de los soldados aliados que irrumpió en el complejo subterráneo en la toma de la capital del Tercer Reich conservó ese pedazo de tela como souvenir familiar, y décadas después, su descendientes lo donaron para el estudio. El ADN se secuenció y cotejó con el de un pariente lejano por línea paterna, validando su autenticidad a través del cromosoma Y.
La evidencia en una documentación hallada en 2010
Este descubrimiento resuena con evidencias históricas ignoradas durante años. En 1923, mientras Hitler cumplía condena en la fortaleza de Landsberg por el fallido Putsch de Múnich, un examen médico registrado documentaba una anomalía en su anatomía genital: un testículo derecho no descendido, compatible con los patrones del síndrome de Kallmann. Investigadores alemanes descubrieron estos papeles en 2010, pero solo ahora, con herramientas genómicas avanzadas, se conectan los puntos.
El documental profundiza en cómo estos factores pudieron moldear la vida íntima de Hitler, como su posible celibato voluntario o tantas inseguridades personales, y explora su linaje familiar en Austria. Más allá del aspecto físico, el análisis genético arroja luz sobre posibles vulnerabilidades mentales. Hitler tenía muchas posibilidades de generar trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el TDAH y sufrir algún derivación del espectro autista.
Sin embargo, los expertos insisten en que estos indicadores no equivalen a diagnósticos clínicos, sino a predisposiciones que interactúan con el entorno; no hay un "gen del dictador", como justificación, y factores como el trauma de la Primera Guerra Mundial o la ideología extremista fueron decisivos en su trayectoria.
King, en una reflexión en este documental, imagina el horror del propio Hitler ante estos resultados: "Si hubiera conocido su composición genética, probablemente se habría autoenviado a las cámaras de gas sin dudarlo", aludiendo a su obsesión eugenésica y aversión por cualquier "defecto" heredado.
¿Era Hitler judío?
Otro mito desmontado en este documental será la supuesta ascendencia judía de Hitler, un rumor alimentado por especulaciones sobre su abuela paterna. El cromosoma Y del líder nazi coincide con el de su pariente vivo, confirmando un origen ario centroeuropeo sin trazas semitas. "Esa historia es simplemente falsa", zanja King, quien asumió el proyecto tras el rechazo de varios laboratorios en Europa. "Lo medité exhaustivamente", admite la científica, "pero en un mundo donde se secuencia ADN de figuras romanas o medievales, era inevitable. Preferimos hacerlo con el máximo rigor metodológico". Subraya, no obstante, que "la genética es solo una pieza diminuta del rompecabezas; no excusa ni explica el Holocausto ni sus crímenes".
En el Reino Unido han surgido voces entre entidades como la Sociedad Nacional para el Autismo que tildan el trabajo de sensacionalista y que podría estigmatizar a personas con neurodiversidad, reduciendo comportamientos complejos a una simplificación a través de la genética. "El ADN no dicta el destino; el contexto sí", han lanzado historiadores británicos.
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