El malagueño Julio Benavente se convierte en el representante andaluz en la final de La Voz que se emitirá este próximo sábado en Antena 3. El joven clasificado tiene 21 años y se le diagnosticó esclerosis múltiple en el confinamiento del pasado año.
Julio se ha convertido en un ejemplo de tenacidad y superación y ha tenido una brillante participación en el talent de Boomerang en Antena 3. Ha emocionado al público y a la presentadora, Eva González, con orgullo para su coach, Alejandro Saz. El de Málaga alcanza la final dentro del equipo de Sanz que a su vez clasifica a una segunda participante, la barcelonesa Karina Pasin.
Malú, que había regresado como coach a La Voz se queda sin representantes en la final, un caso poco habitual en este formato. La cantante llegaba este sábado con el sevillano Ezequiel Montoya, que cantó Miedo de Pablo Alborán, con su marcado estilo flamenco pero ante la igualada calidad de los rivales quedó fuera junto al canario Besay Pérez.
Ezequiel Montoya, 'Miedo', La Voz
Del equipo de Luis Fonsi alcanza la final el madrileño Carlos Ángel Valdés, de 33 años, curtido en los musicales y que ha surgido de una familia vinculada a la abogacía. En la semifinal cayó la onubense residente en Tenerife Diana Larios, con su potente voz lírica.
Por parte de Pablo Alborán, que debutaba como coach, se ha clasificado la madrileña
Inés Manzano, una joven que sufrió acoso en su etapa escolar y que es ya un fenómeno en tiktok. Otra representante de Málaga, Marina Jiménez, se quedó en puertas de la final.
Marina Jiménez, 'S.O.S.', semifinal de La Voz
Benavente convenció al público de Antena 3 con la interpretación de A puro dolor del grupo de salsa puertorriqueño Son By Four y con Alejandro Sanz y su compañera Karina interpretaron la intensa balada Se le apagó la luz.
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