El mejor episodio

Las extrañas relaciones entre rusos y británicos, 'La casa Ipatiev' en 'The Crown'

Una escena de los forenses de 'La casa Ipatiev', episodio de la quinta temporada de 'The Crown'

Una escena de los forenses de 'La casa Ipatiev', episodio de la quinta temporada de 'The Crown'

EL capítulo La casa Ipatiev es el más completo de la quinta temporada de The Crown que hay ver varias veces. Es la entrega con más capas de los capítulos ambientados en la primera mitad de los 90.

En la revisión histórica de Peter Morgan los sucesos que conocemos de la familia real británica se superponen a historias secundarias menos difundidas y éstas a su vez se sustentan en retratos sociales o momentos del pasado con la demostración de que todo está conectado. Y hay ejes continuos en cada una de esas entregas que podrían visionarse como telefilmes independientes. La vulnerabilidad (con una reina y un consorte ancianos, se les ha venido el declive antes de lo que esperaban y el mundo cambia deprisa) y la necesidad de sentirse queridos, o respetados, son el contexto que hilan estos nuevos episodios.

En La casa Ipatiev las relaciones entre el Reino Unido y Rusia, lo que fue un imperio de una vieja metrópoli democrática y un coloso autocrático de negra trayectoria, permiten hablar de las diferencias entre las familias o los extraños amigos fieles que originan las relaciones internacionales.

Imelda Staunton como Isabel II Imelda Staunton como Isabel II

Imelda Staunton como Isabel II

Rusos y británicos fueron aliados durante siglos y en la Primera Guerra Mundial iban de la mano con las buenas e interesadas relaciones entre primos, el rey Jorge V y el zar Nicolás II. En esas, con el desgaste de un conflicto que desmanteló los imperios que entraron como carneros cabezones en batalla, la revolución destronó al arrogante absolutista ruso que no pudo huir de su país con su familia. Sus parientes del Reino Unido le dieron la espalda cuando eran la única esperanza para que fueran acogidos.

Un episodio trágico que desemboca en sus consecuencias personales, históricas y nacionales décadas después, tal como narra The Crown. En el contexto actual, con la totalitaria Rusia aislada por la guerra, la interpretación ante el espectador actual se agudiza.

Los rusos son para los británicos esos parientes al que por corazón se les podría justificar, pero que la razón nunca podría tolerar.

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