Toros

Deslucido y soso aperitivo de la Feria de Otoño de Madrid

primer festejo de la feria de otoño de madrid Ganadería: Cinco novillos de El Torreón, desigualmente presentados y en conjunto de mal juego. Varios mansos, algunos carentes de fuerza y otros con falta de poder. Y un sobrero de Dolores Rufino, como quinto bis, manso y exigente. TOREROS: Filiberto, de rosa y oro. Dos pinchazos y cuatro descabellos (silencio). Pinchazo bajo y estocada caída (saludos tras ovación). Alejandro Marcos, de sangre de toro y oro. Pinchazo, estocada y dos descabellos (silencio tras aviso). Estocada que asoma y siete descabellos (silencio tras aviso). Joaquín Galdós, de tabaco y oro. Pinchazo, estocada y dos descabellos (silencio). Pinchazo, media estocada y un descabello (silencio). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Las Ventas. Tres cuartos de entrada. El viento molestó en varios pasajes del festejo durante la lidia. Raúl Adrada saludó tras banderillear al sexto.

Buena entrada en Las Ventas en el aperitivo de la Feria de Otoño, con una novillada de El Torreón y el añadido de un sobrero de Dolores Rufino; encierro de presentación desigual y que en conjunto dio mal juego. Los tres novilleros -Filiberto, Alejandro Marcos y Joaquín Galdós- se marcharon de vacío en un espectáculo marcado por la falta de emoción.

Filiberto, ante un astado noble, aunque inválido, que fue protestado constantemente por su carencia de fuerzas, toreó con temple, pero faltó la más mínima emoción por esa excesiva flojedad del novillo. Con el cuarto, el murciano estuvo muy animoso con un ejemplar noblote, pero que fue a menos. Arreció el viento, que molestó en varios pasajes del festejo. En los medios, desde largo, comenzó un trasteo en las afueras, donde consiguió una tanda, por cada pitón, con muletazos de buen trazo. Cerró con una bernadinas muy ajustadas. Su labor fue ovacionada tras fallar con la espada.

Alejandro Marcos consiguió lo mejor de la tarde en una serie al natural al quinto bis, un sobrero de Dolores Aguirre, manso y exigente, que sustituyó a un inválido titular. Con decisión, Marcos dibujó buenos muletazos con la diestra en un par de tandas y con la zurda ligó muletazos con temple, empalmados a un pase pecho que resultó lo más ovacionado de la tarde. La actuación fue silenciada por el mal uso de los aceros. Anteriormente, con el segundo, el salmantino consiguió lucirse en un par de tandas -una por cada lado-, aunque al conjunto de la labor le faltó emoción por la falta de fuerzas del animal, que se quedaba corto en sus viajes.

Joaquín Galdós tuvo un mal lote. Se las vio en primer lugar con un marmolillo. El diestro, sin opción a lucirse, estuvo voluntarioso. Con el que cerró plaza, el limeño se enfrentó a otro novillo con poco celo y el trasteo, con el viento molestando, no levantó vuelo.

En definitiva, deslucido y soso aperitivo de la Feria de Otoño que hoy contará con un mano a mano entre Diego Urdiales y Alberto López Simón.

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