El matador de toros Miguel Ángel Perera fue intervenido ayer, con éxito, de una fractura de una vértebra lumbar sufrida en un percance en la plaza de toros de San Sebastián el pasado 19 de agosto.
El torero fue operado por el doctor Francisco Trujillo en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla, quien le realizó una veteroplastia de la L2, donde sufría la lesión por aplastamiento. Según el doctor, "la operación ha ido mejor de lo previsto porque se ha logrado rellenar muy bien con cemento toda la zona afectada por el aplastamiento". La intervención duró una hora y estará ingresado al menos un día. Al salir del quirófano el doctor Trujillo explicó que "el aplastamiento afecta especialmente a la zona anterior de la vértebra, más al lado derecho que al izquierdo, parte que ha sido rellenada para una mejor recuperación de la lesión".
El prestigioso neurocirujano no ha dado plazo concreto para la vuelta a la actividad de Miguel Ángel Perera, pero sí ha asegurado que la vértebra ha quedado muy bien después de esta operación, que según sus palabras, "le tiene que aliviar mucho en su recuperación, primero por el dolor y después por la consolidación de la fractura, con esto adelantaremos mucho tiempo".
El apoderado del torero, Fernando Cepeda, se mostraba muy optimista ante el resultado y adelantaba a esta redacción que Miguel Ángel Perera "reaparecerá el próximo mes de noviembre. Es posible que sea en la plaza de toros de Lima, aunque si todo marcha bien lo haría en México. Miguel Ángel decidió la operación en lugar de una terapia para adelantar y no perder las corridas que tiene previstas este invierno en América.
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