El caballo, protagonista de la tarde de ayer

Más que nunca, el patio de cuadrillas fue ayer patio de caballos. El caballo en su más pura dimensión de artista copaba, junto a su dueño, los últimos momentos álgidos de una feria que buscaba en la gesta de Ventura el máximo colofón para una histórica feria llena de retos y de logros toreros.

Equinos por cualquiera de las esquinas del estrecho recinto donde no sólo los animales se enseñorearon del ambiente, sino que muchas caras conocidas de la profesión estuvieron presentes en la gran cita que Diego Ventura protagonizaba ayer sobre el albero onubense.

Gestos serios y de concentración por cuanto había de sueños e ilusiones sobre el festejo que cerraba la feria de Colombinas.

Después, ese dicho tan taurino que dice que "el hombre propone, Dios dispone y el toro lo descompone" casi viene a ser cierto por el giro que tomó el festejo en el primero de la tarde.

De todas formas, la tarde vivió sus momentos culminantes en torno a la lidia y dos hombres jóvenes, como Francisco Palha y Andrés Romero, aún en los comienzos de sus respectivas carreras, disfrutaron como sobresalientes del cartel de su debut en el coso mercedario.