Álvaro de El Palo, Folgueiras de España. A lomos de un chaval de Málaga, cantera del Unicaja y del señero club paleño, España entra imperial en la final del Mundial sub 17 tras laminar en un último cuarto fabuloso a Francia (53-68) y se cita este domingo a las 21:00 horas con la invencible Estados Unidos en un duelo a 40 minutos por el oro. Ya está conseguida la primera medalla de España en esta categoría de edad, pero ¿quién dijo miedo?. En el palco del Carpena contemplaban orgullosos la gesta los juniors de oro originales, los de Varna y Lisboa. Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, José Manuel Calderón. Simbólicamente, 25 años después (de la camada de 1980 a la de 2005), un grupo de jóvenes consigue una medalla mundial. Falta sólo el oro. Tras el partido le dieron una visita al vestuario.

Monumental partido el de Fol, como le llaman sus compañeros. Fue el corazón de España. Su despedida camino del vestuario pegando saltos y abrazándose con la grada tras soltar lágrimas abrazándose a su familia ponía los vellos de punta. Es una casualidad de probabilidad ínfima jugar un Mundial de formación, por cuestiones de edad, en casa. Ya fue bravo su partido ante Australia, pero ante Francia fue un coloso. Nueve puntos, 13 rebotes, tres asistencias, dos tapones y un robo para 25 de valoración. Honores para él.

Y honores, claro, para todo el equipo español, que supo madurar a la poderosa Francia. Parecía que la corta rotación de ocho hombres española podía en algún momento ser devorada por el físico francés. Pero no. Si Australia hincó la rodilla con un parcial de 21-11 a favor español en el último cuarto, Francia lo hizo con un 22-5. A quien se le apagó la luz fue a les bleus. Después de un partido con muchas alternativas y de mucho remar, España se fabricó una oportunidad. Muchos protagonistas. Minutos de mucha calidad del gigante Aday Mara, del cerebro Conrad Martínez, descomunal su partido y cogiendo los galones de De Larrea. Un martillo siempre Izan Almansa. Igual Langarita, Hugo González y Pablo Marí. También los Delicado, Vicente, el otro jugador del Unicaja, y Vidarte. La apuesta de Javi Zamora por la defensa zonal hizo dudar a los franceses. Fue por delante el técnico español de su colega casi todo el partido en lo que propuso. Y sus jugadores le siguieron hasta conseguirlo. La final soñada es contra Estados Unidos este domingo. Ya es un día histórico para el baloncesto español por la medalla, nunca antes conseguida. Pero también puede ser un día inolvidable. Quien asistió seguro que volverá al Carpena. Entradas entre seis y ocho euros. Un plan inmejorable para este domingo 10 de julio por la noche.

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