Badalona, la cuna del baloncesto catalán y español, acoge la Copa del Rey 2023, cuando se cumplen 100 años de la creación de la Federación y los primeros partidos oficiales registrados. Para jugar allí en el Palau Olímpic, en el torneo que se celebrará del 16 al 19 de febrero, se clasificó con honores el Unicaja, con el mejor balance en los últimos ocho años al final de la primera vuelta. Pero el camino que quedó por delante fue bastante tortuoso, también ilusionante por la entidad de los rivales y por lo que representa sentirse vivo para competir con los mejores en la gran fiesta del baloncesto nacional.

Este lunes se repartió suerte en el Badalona Centre Internacional de Negocis de la ciudad catalana, una de las tres en España que sabe lo que es ganar una Euroliga. Era seguro que habría enfrente un rival complicadísimo, aunque siempre hay un teórico nivel superior con los transatlánticos futboleros, como finalmente resultó. Se trata de una edición de la Copa de nivel especialmente alto, con los ocho mejores presupuestos de la ACB presentes, sin sorpresas. Sólo los dos equipos canarios no han levantado una Copa. 28 conquistó el Madrid, 27 el Barcelona, 8 el Joventut, el Baskonia 6 y uno Valencia y Unicaja.

Y el resultado fue que al Unicaja le tocó el Barcelona. Un rival durísimo, al que más se ha medido el club malagueño en la historia Copa del Rey. Jordi Villacampa y Juanma López Iturriaga, manos inocentes, fueron quienes sacaron en primer lugar las bolas barcelonesa y malagueña. Fue el último rival ante el que jugó en esta competición, en 2021 en medio de la pandemia y con un duelo resuelto en la prórroga con bastante polémica, con Katsikaris expulsado y ese dos más uno no pitado sobre Abromaitis que podía haber sentenciado en los 40 minutos. Ahora regresa el equipo malagueño tras la ausencia del año pasado en Granada. Siempre se dice que es menos complicado sorprender a un gigante en los cuartos de final que en semifinales o final. En siete ocasiones jugó el Unicaja ante el Barcelona en la fase final de la Copa del Rey, siempre con derrotas. 2021 en cuartos en Madrid (103-93), 2017 en cuartos en Vitoria (82-70), 2015 en semifinales en Las Palmas (87-79), 2007 en cuartos en Málaga (77-62), 2002 en Valencia en semifinales (78-77), 1999 en Valencia en cuartos (87-72) y 1994 en cuartos en Sevilla (74-71). Será, pues, la octava ocasión ante el equipo ahora dirigido por Sarunas Jasikevicius, conglomerado de estrellas. 

El camino es infernal, tocó el lado duro del cuadro si se levanta la cabeza más allá. El Unicaja jugará el jueves (21:30 horas) y, si venciera, se mediría al ganador del Real Madrid-Valencia en las semifinales del sábado. Normalmente se evita el clásico hasta la final, pero esta vez no será así si los dos ganan. Así que no va más. Gran Canaria-Lenovo Tenerife y Baskonia-Joventut serán los otros cuartos de final, esta vez en la jornada de viernes. Si ganara el equipo malagueño, jugará el sábado a las 18:30 horas.

"Es un rival complicado, como era cualquiera que era cabeza de serie, será un partido bonito, espero que compitamos bien. En el partido de Liga perdimos 75-60, en el tercer cuarto íbamos arriba, fue un día con muy poco acierto por nuestra parte. Lo más importante es que lleguemos con salud, buenas sensaciones y confianza. Quedan tres semanas, hay tiempo para que cambien las sensaciones, es un torneo distinto. Se trata de hacer un buen primer partido y ver lo que pasa", decía Ibon Navarro como primera valoración en la retransmisión que hizo el club malagueño del sorteo. Hasta el 12 de febrero, tras el partido ante el Baskonia, no se habla de la Copa.