Unicaja

Baxi Manresa, víctima de su éxito

Alberto Díaz, en el partido de la pasada temporada con el Baxi Manresa.

Alberto Díaz, en el partido de la pasada temporada con el Baxi Manresa. / Javier Albiñana

El Unicaja se reencuentra con un fantasma del pasado reciente el sábado. El Baxi Manresa fue una de las sensaciones de la liga la pasada campaña, también en la BCL. En la competición europea fue, de hecho, el verdugo de los cajistas. A la postre acabaría como subcampeón de la competición, tras caer en la final ante el Lenovo Tenerife. En contraposición, los malagueños no acabaron la temporada entre los ocho primeros clasificados para la lucha por el título y cayeron en una ronda muy temprana en la BCL para lo que el proyecto y las aspiraciones marcaban. Pero llegó el verano, los mercados y una nueva temporada. Los cajistas acometieron una profunda remodelación, mientras que el equipo catalán afrontaba la siguiente temporada con ilusión. 

Sin embargo, las tornas volvieron a cambiar. La reconstrucción del Unicaja ha dado sus frutos y el equipo vuelve a ascender en puestos y respeto en la clasificación. Al Manresa, su propio éxito le acabó pasando factura. Los actores principales del buen hacer del equipo dirigido por Pedro Martínez fueron reclamados por otros destinos con mayor postín. Esto obligó al club a hacer hasta seis incorporaciones, no tantas como las nueve del Unicaja, pero renovar la mitad de la plantilla es un cambio importante. A priori se buscaba mantener en el nivel y repetir, en cierta medida, la buena campaña 2021/22. Pero una cosa es la planificación y otra la ejecución, ya que en la práctica la nueva plantilla no ha terminado de encajar. 

Chima Moneke se marchó a Estados Unidos a probar suerte en la NBA, James-Webb III recaló en Valencia para disputar la Euroliga, al igual que el pívot Ismael Bako, que convenció a Sergio Scariolo para la Virtus Bologna. También tuvo un buen desempeño Sylavain Francisco, que acabó en las filas del Peristieri griego o Yankuba Sima, que tras no tener minutos en Venecia llegó a Málaga para sustituir al lesionado Lima. Todos estos nombres fueron la punta de lanza del conjunto manresano la pasada campaña y sustituirlos no ha resultado como se esperaba. 

A pesar de los seis refuerzos que llegaron, el equipo de Pedro Martínez ha perdido nivel y, en una liga que este año es más competitiva, están en una situación peligrosa. Con la primera vuelta prácticamente vista para sentencia, no se viven buenos momentos en el Nou Congost, con solo tres victorias en 16 partidos, lo que coloca al equipo en penúltima posición. Uno de los fichajes, el dominicano Tyson Pérez, que estaba cedido por Morabanc Andorra, continuará cedido en el Real Betis. Curiosamente, en la competición europea la película es completamente distinta. 

En la BCL, el Manresa evitó el Play In terminando, al igual que el Unicaja, como primero de grupo y un balance de cuatro triunfos y dos derrotas. Ahora está encuadrado en el Grupo J junto a Basket Bonn, Bahcesehir y Rytas Vilnius. Ahora la competición se empina y sube el escalafón de dificultad. En la ACB todavía queda toda la segunda mitad de la competición para darle la vuelta a la situación, pero llegado el momento tendrá que priorizar una de las dos competiciones. El ex cajista Adam Waczynski comenzó la temporada con el equipo catalán y se ha acabado quedando para lo que resta de temporada, mientras que la plantilla ya se ha ido transformando a lo largo del curso. Salidas, jugadores cedidos y nuevas incorporaciones se han sucedido para poner remedio a la situación, pero aún no se ha dado con la tecla. 

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