La Copa del Rey suele ser el primer escaparate, la toma de contacto, pero la celebración de la Final Four de Belgrado ha sido el pistoletazo de salida para que el mercado del baloncesto entre en ebullición para este verano. Allí se podía ver a Misko Raznatovic, representante de Ibon Navarro, a pie de pista celebrando el triple de Micic que metía el Efes en la final. Era uno de los muchos actores del mundillo allí presentes. Es la frontera simbólica, que en estos años de pandemia se ha alterado algo, para que los clubes aceleren en la planificación. Hay algunas operaciones que llevan atrás trabajo de meses, pero es cuando empiezan a moverse las piezas. A gran escala, la salida de Brandon Davies de Barcelona o el regreso de Sergio Rodríguez a Madrid han sido algunos de los negocios que han trascendido.

El Unicaja ahora está más bajo en el escalafón por sus malos resultados y por su decisión de jugar en la Basketball Champions League. Entre los agentes se privilegia, en igualdad de condiciones, a un equipo de Eurocup sobre uno de BCL y es algo que está experimentando el club malagueño. También hay quien se ha movido rápido, como el Lenovo Tenerife cerrando a Jonah Radebaugh, que ha destacado en el Ludwigsburg, uno de los equipos de Final Four de la BCL. Tiene, eso sí, cláusula de salida para la Euroliga.

El equipo malagueño está apuntando alto en el mercado, a jugadores de peso. No sólo lo dice el club, públicamente López Nieto en su comparecencia. Así lo comentan varios agentes consultados, algunos sorprendidos por ciertos objetivos cajistas por considerarlos difícilmente abordables en sus condiciones actuales. Es cierto que se han liberado sueldos altos y que el presupuesto, a grandes rasgos, será bastante similar, como también confirmó el presidente. Si el coste de plantilla ha estado algo por encima de los seis millones de euros esta temporada, ahora hay comprometidos en torno al 20-25% con los cuatro jugadores con contrato. Ahora se trata de persuadir a los pretendidos y hacer un equipo equilibrado, un mantra que se tiene presente en la entidad a la hora de abordar fichajes para construir un bloque acorde a los gustos de Ibon Navarro, que van en sintonía a los de la dirección deportiva, uno de los motivos de la continuidad del entrenador vitoriano. Tras unos días en Andorra con la familia, regresa en breve a Málaga para seguir trabajando in situ en la confección del nuevo plantel.