El Unicaja empezó la temporada 2015/16 sin un jugador de más de 2.10 metros por primera vez en este siglo. No ocurrirá en la siguiente campaña, al menos Dejan Musli cumplirá esa cuota, es posible que con algún compañero de posición más por encima si culminaran las gestiones con Ondrej Balvin. Además, está en la recámara Viny Okouo. Todos siete pies en medida americana.

Musli, nacido en Prizren (Kosovo) aunque de nacionalidad serbia, tiene 25 años y 2.13 metros. Uno de los pívots más dominantes que se recuerdan en categorías inferiores en el baloncesto europeo al que le ha costado el aterrizaje en la élite. Aún es joven y con margen para crecer. Al menos, esa fe tiene el secretario técnico, Carlos Jiménez, que ponderó sus cualidades. "Tenemos mucha ilusión con la incorporación de Dejan, han sido bien desarrolladas las conversaciones, ha mostrado compromiso desde el momento inicial, mucha ilusión", aseveraba el antiguo capitán de la selección sobre el nuevo fichaje: "Nos gustó su nivel de compromiso con el proyecto. Lo que hemos visto es que es un jugador que nos equilibra el dentro-fuera que igual adolecimos el año pasado. Hemos tenido algún problema ahí. Pasa muy bien desde el poste bajo, nos da muchas opciones. Está en un gran momento deportivo, creciendo, es un paso más en su carrera y espero que crezca con nosotros. Ha tenido un gran nivel toda la temporada. Tenemos muy buenas informaciones de él, de su etapa en Manresa, de años anteriores, a nivel personal, técnico y físico. Estamos ante una gran oportunidad, nos va a ayudar muchísimo".

Musli llevará el número 44 en un guiño a su amigo Nemanja Bjelica, ahora en la NBA con los Timberwolves. "El Unicaja es un gran equipo. Me llamó el entrenador y hablé con él. Yo quería seguir en la ACB y por eso he venido a Málaga. Seguro que es un gran paso y un nivel más arriba, pero en Manresa jugaba también ACB, ahora toca jugar otra vez también en Europa. Estoy muy feliz por esto", aseguró un Musli que se esforzó denodadamente en hablar en castellano aunque al final recurrió en ocasiones al inglés. Desveló que pudo salir de Manresa en diciembre pero que prefirió acabar el año. "Quise continuar una temporada completa en Manresa para ganar estabilidad. Seguro que es mejor el timing ahora para ir a otro equipo".

Cuestionado por lo que le comentó Joan Plaza en su charla, Musli reconoció que le convenció que "me dijo que me quería, que necesitaban un pívot de mis cualidades y que habían pensado en mí. Cuando oí eso le dije a mi agente que lo arreglara todo para venir por aquí", explicaba con claridad Musli, que recordaba lo difícil que fue su primera experiencia fuera de Serbia, en Vitoria: "Es muy difícil salir por primera vez de casa. Tienes 19 años y eres muy joven para la ACB. No tuve muchas oportunidades de jugar y por eso me volví al Partizan".

"Esto es pregunta para entrenador", bromeó Musli cuando se le preguntó por su estilo de juego: "Intentaré jugar como en Manresa. Con el Laboral Kutxa visité Málaga y el ambiente del Carpena es perfecto, un gran pabellón, muchos aficionados y es todo magnífico. Estoy preparado para la presión. Hay una oportunidad para volver a la Euroliga y vamos a pelear por ello".

Nedovic, compañero suyo en la selección serbia en categorías inferiores, le dio el impulso definitivo: "He hablado con él y me dijo todo lo mejor y que no dudara, que viniera para Málaga".