Carlos Cabezas apura sus últimas días entre Málaga y Marbella antes de regresar a Uruguay. De allí vino a finales de mayo después de que pasara un confinamiento, más light que en España, en tierras uruguayas. No fue fácil encontrar un vuelo y pudo entrar en uno destinado a los esquilmadores uruguayos que venían a España porque se les necesitaba para pelar animales en tierras españolas.
En este verano, Cabezas ha mantenido la forma antes de regresar para completar su compromiso con el Nacional de Montevideo, con el que ya empezó en 2019 a jugar. La interrupción llegó justo antes de los play off por el título y después de que el malagueño fuera alcanzando su mejor forma tras una pequeña operación que le tuvo dos meses fuera. Llegará ahora para el desenlace de la competición.
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