Nivel de baloncesto al margen, un Unicaja-Le Mans que no pasará a la historia por la riqueza en el parqué, el Carpena empezó a responder en una nueva temporada de BCL, competición cada vez más estimada por el aficionado malagueño y eso se traduce en la grada. Los 7.286 espectadores suponen la mejor entrada en una Fase de Grupos, superando el Unicaja-Dinamo Sassari de la temporada pasada (6.023). Crecimiento ostensible en el Palacio, también una BCL donde siempre ha costado más trabajo ver la atmósfera del fin de semana, brecha que se va acortando. Es una noticia agradable que dejó el partido, además de ese 2-0 que permite al Unicaja dar un paso de gigante hacia el liderato de grupo, todavía con mucho por dirimir. Será útil esa cifra en la grada cuando la cuesta se empine en BCL, también un Carpena que fue por momentos al compás de la línea del equipo, noche que fue áspera; hasta las valoraciones de Ibon Navarro en sala de prensa.

Un horario que no acompañaba, siendo día laborable, factores que pueden no incentivar al aficionado acudir al Palacio. Refrenda que ese vínculo con el equipo está intacto, seguro que apoyado en los últimos diez días, dejan esa gran entrada. En ACB se ha tocado techo, llenos encadenados y que por lo tanto ya no son noticia, pero en BCL todavía hay margen, en ese proceso está el Carpena; récord que podría batirse en un par de semanas frente a Peristeri, partido con mejor cartel y con un buen aliciente como ver a Spanoulis. La mejor entrada global en BCL fueron los 9.653 espectadores en la pasada serie de cuartos de final ante UCAM Murcia. 

Poco que extraer en el rendimiento del Unicaja, plantilla que estuvo perezosa por momentos y un nivel de concentración que puede ser entendible viendo el esfuerzo en Vitoria; sentimiento de dejadez que pudo trasladarse a la grada.