La Copa del Rey y el Carpena forman una simbiosis perfecta, recinto selecto y preparado para albergar eventos globales. La Copa es tan preciada por el ambiente de la grada, el de las previas, recordar caras de un febrero al siguiente. Ocho colores distintos donde hay unanimidad en disfutar y tender la mano. La primera jornada de la Copa se desarrolló con normalidad, ya rozando el lleno en el Real Madrid-UCAM Murcia. Mención especial merece el grupo universitario, más de 1.000 murcianos en un principio, pero mucha camiseta roja por cualquier sector. Dio alegría en esa batalla de gradas, donde suelen ganarse adeptos en aquellos aficionados imparciales. Eso es lo romántico del baloncesto, en particular esta cita. Y se disfruta en Málaga. Una semana que acaba de arrancar e irá por supuesto a más este viernes, con el debut del Unicaja en el torneo y por ende una paralización en la ciudad ante tal fiebre que corroe por ver al equipo malagueño.

Sí hubo una pequeña incidencia durante el Real Madrid-UCAM, aglomeraciones para entrar y salir del Palacio. Pero que no empañó esa mágica tarde de convivencia, ya desde mucho antes que empezara el baloncesto. Más de alguna camiseta de equipos que no jugarán en Málaga, del Joventut o Baskonia. En definitiva, la Copa en su totalidad. Estuvo transitada la Fan Zone, inaugurada a primera hora de la mañana en La Constitución, y siguiendo el ocio en los aledaños del Carpena. Ver a los aficionados del Gran Canaria, unos 400, confraternizando con los de Valencia Basket, o los del Real Madrid con los del UCAM Murcia, incluso ya inmersos en los cuartos de final. Sin excesivo protagonismo del Unicaja, al menos por ahora, porque la Marea Verde dominará el viernes. López Nieto estimaba que entre 3.000 y 4.000 aficionados teñirán el Carpena; concentrados en los sectores C1 y C2. A pie de pista, Manuel Azuaga, el presidente saliente de Unicaja Banco e Isidro Rubiales, CEO; Unicaja Banco es de los grandes patrocinadores que trae la Copa del Rey a Málaga. Evento transversal y que concentra a personalidades de la primera línea local, o nacional, como Sergio Scariolo, presente en el palco de autoridades.

Scariolo, en el palco del Carpena

Además, la Copa del Rey supone un punto estratégico, son días donde se anticipan deberes de cara a la próxima temporada, por cómo cohabitan agentes, directores deportivos y jugadores. Operaciones quedan encaminadas en esta semana, excepciones en la propia competición. El superagente Misko Raznatovic visualizaba los cuartos de final en la fia VIP, representante de Ibon Navarro, Djedovic, Perry, Ejim y Osetkowski. Pero tendrá deberes con todos los equipos. Al igual que David Carro, que maneja a Barreiro y Lima en la plantilla malagueña. Son otros protagonistas de la Copa del Rey, y en el avance del torneo irán en aumento. El halago lo reduce el Martín Carpena, nuevamente a la altura, pabellón que deja una gran experiencia para la gente de fuera, por sus dimensiones y el buen ambiente de competición que se respira. Y es solo el primer paso. Pocas butacas libres pudieron presenciarse, había que afinar bien la vista. La cifra oficial superó siempre los 9.000 espectadores, solo un registro, porque lo rico fue esa fraternidad. Viva la Copa del Rey y qué días de disfrute aparecen.