La Asociación Española de Médicos de Baloncesto (AEMB) y la Asociación Española de Preparadores Físicos de Baloncesto (ASEPREB) marcaron las líneas maestras de lo que debe ser el regreso a los entrenamientos para preparar la competición. La ACB aún no ha mandado un protocolo concreto, aunque ha trabajado en ello desde que la semana pasada se decidiera, siempre que la situación sanitaria lo permitiera, acabar la competición entre el 15 de junio y el 10 de julio. La decisión del Gobierno de permitir que se retome la actividad de los deportistas profesionales el próximo lunes 4 de mayo debe acelerar todo.

El Unicaja ya había estado recabando información, sus cuerpos médico y físico pertenecen a las citadas asociaciones y se ha participado en la elaboración de ese protocolo, que de manera sucinta se resume en un gráfico explicativo con medidas y pautas concretas que se exponen de manera más prolija en un informe detallado en el que se aborda con más profundidad.

Mario Bárbara, fisioterapeuta y coordinador del área de Salud y Rendimiento del club, está personalizando estos días, con la ayuda del doctor José Nogales y del preparador físico Diego Vázquez, el protocolo para adaptarlo a las necesidades y características de la plantilla cajista según las instalaciones.

Hay varios días (este viernes 1 de mayo es festivo) para preparar Los Guindos para que el equipo pueda ejercitarse respetando las medidas medidas preventivas antes de iniciar los entrenamientos. Toda la plantilla, staff y entorno del equipo debe someterse al control médico mediante historia clínica y control de pruebas habituales y específicas del SARS-CoV-2. Es uno de los requisitos ineludibles, tener esos tests. Cabe la posibilidad de que se hagan en el Hospital Quirón, pero es algo que el club perfila y consulta estos días. LaLiga de fútbol los había facilitado a los clubes, en ese proceso de consecución se está. En caso de que hubiera algún positivo, "el médico responsable del equipo sera quien establezca la valoración clínica, los tests y las pruebas médicas a realizar y recomendará la fecha para la vuelta a los entrenamientos individualizada", dice el protocolo.

El tiempo de vuelta mínimo antes de competir será del 50% que se ha estado parado. Se ha estado parado seis semanas, harían falta tres en teoría, aunque como la aproximación al trabajo debe ser gradual, es bienvenida cualquier extensión. Tocará evaluar el estado de los deportistas y "elaborar una propuesta de trabajo en relación a un calendario de competición razonable", asegura el protocolo.

"Para los deportistas en proceso de readaptación se producirá una vuelta a estados anteriores del proceso para asegurar las adaptaciones", también detalla el documento sobre los jugadores que atravesaban lesiones, que en el Unicaja eran varios casos. Aunque han podido trabajar por su cuenta, hay que testar en qué punto se encuentran. "La vuelta al entrenamiento será progresiva, de lo general a los específico", proseguía el escrito: "Resistencia, fuerza y movilidad se trabajarán a medida que los deportistas consigan adaptarse a las cargas".

Acerca de las medidas concretas para volver, médicos y preparadores físicos recomiendan "autoevaluación diaria con control de temperatura menor de 37 grados y encuesta de salud que se comunicará al médico responsable de acudir a la instalación. Los traslados se realizarán usando mascarillas y guantes. Ya en la cancha cada jugador deberá disponer de una toalla y una botella de uso individual. No se efectuarán choques de manos ni saludos que impliquen contacto físico", asegura el protocolo: "Se habilitará acceso y salida de las instalaciones siguiendo circuitos establecidos y manteniendo la distancia de seguridad de dos metros. Facilitar el lavado de manos y solución hidroalcohólica en todas las dependencias. Para el máximo nivel de seguridad se efectuaría el aseo personal en sus viviendas. Si las condiciones de las instalaciones lo permitiesen, el uso de vestuarios y duchas sería escalonado y en grupos reducidos".

El Unicaja ya tenía pensado que pueden trabajar en turnos de cuatro jugadores, cada uno en una canasta de las dos pistas interiores del pabellón, sin necesidad de contacto, cada jugador podría trabajar en solitario según las indicaciones previas del preparador físico.