La medalla cosechada en kárate, especialidad de kata, de Damián Quintero le permite acceder a un selecto grupo de deportistas malagueños que han conseguido una presea olímpica a lo largo de la historia. No son muchos. Quintero es el octavo deportista de la provincia, sea nacido o de adopción, que sube a un podio y contempla la bandera española ahí arriba. Son nueve las medallas en total porque Theresa Zabell acumuló dos oros.

Desde adelante hacia atrás, el último medallista malagueño había sido Regino Hernández, que fue medalla de bronce en snowboard en los Juegos Olímpicos de invierno de PyeongChang'18 (Corea del Sur). El malagueño había sido campeón del mundo junior y había avisado de su potencial en algunas pruebas de la Copa del Mundo, pero sorprendió con su presea. Tras varias lesiones, pelea por estar en Pekín'22 dentro de unos meses.

En Juegos de verano la última medalla había sido Marta López en Londres’12, con el bronce en balonmano. Llegó por una lesión de una compañera a mitad de los Juegos, pero pudo disfrutar de la experiencia y colgarse un recuerdo para toda la vida. Ha repetido, sin la misma suerte, en Río'16 y ahora en Tokio'20. Se marcha a Rumanía para seguir su carrera en el Dinamo Bucarest tras varios años en el Ramnicu Valcea.

Berni Rodríguez contribuyó a la histórica plata de Pekín’08 en baloncesto. En uno de los mejores partidos de la historia de este deporte, aquella final ante Estados Unidos en la que se soñó con tumbar a un verdadero Dream Team, el eterno capitán del Unicaja pudo decir que intervino durante aquel proceso y subió al podio junto a Pau Gasol, líder de esta gloriosa generación que ha puesto punto y final en Japón. Berni ha sido comentarista de TVE en esta cita.

Berni Rodríguez, a la izquierda superior de la imagen, con la plata de Pekín.

Otra torremolinense de adopción, Nina Zhivanevskaia, sumó un bronce en Sidney’00 en los 100 metros espalda. La rusa de origen compitió por primera vez en Barcelona'92 como parte del equipo de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), con la URSS en plena desmembración. Pero después se afincó en Málaga tras conocer a Francis Medina y casarse con él. En tierras australianas firmó una medalla olímpica tras obtener repetidas medallas europeas y mundiales. Montaron después un club de natación.

Antonio Carlos Ortega, uno de los mejores deportistas malagueños de la historia, fue bronce en balonmano en Sidney'00. Fue la edición oceánica la que más malagueños acumuló (12). Miembro del considerado mejor equipo de la historia, el Barcelona de los años 90, en la selección también compitió en Atenas'04, su última gran cita. Tras caer ante Suecia en semifinales, vencieron en la final de consolación a Serbia (26-22). Desde esta temporada entrena al equipo barcelonés tras subir al Antequera al Asobal y experiencias en Hungría, Dinamarca y Alemania con la élite del balonmano europeo.

Theresa Zabell es la olímpica malagueña más laureada, sumó dos oros en vela en la clase 470, en Barcelona 1992 junto con Patricia Guerra y en Atlanta 1996 con Begoña Vía-Dufresne. La regatista malagueña, nacida en Ipswich y desde que tenía un año en Málaga, fue después vicepresidenta del Comité Olímpico Español y ocupó diversos cargos en el Partido Popular.

En los Juegos de casa en Barcelona también ganó el oro María del Carmen Barea, en hockey hierba. Fue el primero y único hasta ahora de un equipo colectivo femenino. Siguió vinculada con el Hockey Deportivo Málaga 91 y Hockey La Candelaria de Rincón de la Victoria y el año pasado se inauguró su estrella en el Paseo del Martín Carpena. También fue olímpica en Atenas'96 y Sidney'00, con más de 200 internacionalidades. Trabaja en la UMA.

Son las ocho medallas españolas previas, de siete deportistas, previas a la de Damián Quintero en Tokio, que engrosa un selecto grupo. También Elena Benítez ganó en taekwondo en Barcelona, pero aún era deporte de exhibición. Ha sido directora técnica en esta edición de Tokio, como en las anteriores.