Unicaja
  • Las dos malagueñas que consiguieron la plata universal con España sub 19, analizadas por Jesús Lázaro, su técnico en las últimas temporadas en el Unicaja

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Elena Moreno y Daniela Abies, así son las subcampeonas del mundo malagueñas

Elena Moreno y Daniela Abies. Elena Moreno y Daniela Abies.

Elena Moreno y Daniela Abies. / FIBA

Madrid ha vivido grandes días para el baloncesto femenino español. El Mundial sub 19, coronado con una plata universal para el equipo nacional, ha puesto en el foco a una generación de jugadoras de mucho talento que darán días de gloria a la canasta patria. La espectacular final ante Estados Unidos (66-69) dejó la sensación de que se podía. Pero ha sido extraordinario el torneo. Y en ese grupo ha habido dos jugadoras malagueñas: Elena Moreno y Daniela Abies. Ambas con un papel relevante en este plateado podio. Jugadoras de intendencia, sin protagonismo anotador, pero esenciales en el funcionamiento del equipo dirigido por Bernat Canut

Elena Moreno (Málaga, 2004) es un símbolo bastante potente de lo que ha supuesto el Unicaja en el baloncesto femenino. Es una jugadora que estaba en el club en el primer año de la creación de la sección, en 2017. Era infantil y formó parte de un equipo que consiguió ser campeón de España en su primera temporada. Antes estaba en la EBG, así que es una jugadora de formación íntegra en Los Guindos, un émulo de lo que hicieron Alberto Díaz o Domas Sabonis hasta debutar con el primer equipo. Es una pionera en ese sentido junto a su compañera Andrea Gutiérrez.

Alero de 1.81 metros, Moreno ha acabado siendo titular en su primer gran campeonato con la selección. Había estado en alguna prelista pero no había llegado el debut oficial. Su gran temporada en Liga Femenina 2, con el ascenso a Liga Challenge, a las órdenes de Jesús Lázaro, le valió ser llamada, lo que ya era un premio. Pero cogió las oportunidades con las dos manos y pasó el corte de las 12. Creció su importancia hasta ser básica en el equipo. 

Elena Moreno pelea por un balón dividido. Elena Moreno pelea por un balón dividido.

Elena Moreno pelea por un balón dividido. / FIBA

Lázaro, que pasará a dirigir la próxima campaña al equipo junior de Liga EBA, ha sido entrenador en las tres últimas temporadas de Moreno, que al acabar la etapa junior decidió emprender la aventura americana en la NCAA el verano anterior en Little Rock (Arkansas). La experiencia no fue buena. Regresó a casa y se enroló de nuevo en el Unicaja para comenzar la pasada temporada, que ha acabado siendo histórica con ese ascenso y esta medalla. El que fuera histórico base cajista ha estado en contacto en estos mágicos días con su pupila. "Elena siempre había jugado en posiciones interiores, sí que en los últimos años le insistimos en jugar por fuera de cara. Está desde infantiles en el club, es importante que ese tipo de jugadoras lleguen. Empezaron con el club, han conseguido a ascenso, es la primera vez que la llevan a la selección... La evolución y la mejora de las jugadoras es el objetivo, que la gente progrese y no se estanque. Que las jugadores de la casa sean fundamentales era el objetivo y Elena lo ha sido con creces", explica Lázaro, que señala cuál ha sido su evolución: "Ella era interior interior y ahora es exterior total, tiradora, muy fuerte hacia mano izquierda, reboteadora... Ha sido pieza fundamental en el equipo de Liga Challenge. Son gente de la cantera, van consiguiendo sus metas y sus objetivos que se plantean. Ella estaba flipando cuando la llamaron. Entrar era la leche y ahora ha sido titular y jugado 20 minutos de media. Es una jugadora fundamental, tant

Daniela Abies da un pase. Daniela Abies da un pase.

Daniela Abies da un pase. / FIBA

o como lo ha sido este año en el ascenso. Máxima satisfacción como entrenador y también de los miembros del staff del club. No sólo que tengan su sitio dentro del club, sino que sean jugadoras de referencia".

"Ella es la jugadora deseada por cualquier entrenador, sobre todo en una selección. Siempre con un estado de ánimo positivo, con un nivel de energía siempre superior al de todas las compañeras. Ella tiene puntos, los tiene, pero no los necesita para ser importante, no tiene ese ansia. Si le toca, los meterá. Pero con su capacidad defensiva, su energía y lo buena reboteadora que es, además de muy táctica y muy lista, se ha hecho imprescindible. No necesita ese brillo anotador. Me alegro mucho por ella", decía Lázaro sobre Moreno.

Daniela Ikponmwosa Abies, mientras, empezó a jugar en Alhaurín de la Torre. En edad cadete ya jugó con el primer equipo y llegó a Los Guindos para su primer año junior y cumplió ese ciclo la pívot, de 1.82 metros y que el año pasado ya entró en órbita de selección para ser plata en el Europeo sub 18. En el verano de 2022 se marchó a la NCAA también, a Wichita State (en el estado de Kansas), donde ha completado su primera temporada. "Daniela venía de Alhaurín de la Torre, donde ya jugaba en seniors, en el primer año junior. Es una chavala con muy buen físico, siempre en posiciones interiores. La idea era haberla sacado más al exterior por altura, pero la adaptación no es fácil. Ella llegó siendo cinco, cinco. Que llegase a ser un 4.5 habla bien de su evolución y su capacidad de trabajo. Ella no es muy alta, pero su agresividad física, velocidad y potencia le hacen ser capaz de competir con gente más grande. Tiene buenas manos, buenos porcentajes cerca del aro, es una jugadores muy dura y física. Ha hecho un trabajo enorme en la selección, dando descanso a las jugadoras interiores. Es lo importante de esta selección, no sólo las Brito, Fam, Flórez, Martín y Buenavida, es que los complementos permiten jugar con 10 en una competición de muchos partidos en pocos días. Y Daniela y Elena han sido esas jugadoras que lo han permitido", señala Jesús Lázaro sobre la jugadora alhaurina y recuerda que es la primera de una estirpe que viene pegando fuerte: "Su hermano Roy ha estado en el equipo cadete que ha sido subcampeón de España y ahora pasa a junior. Y su hermana Martina ha jugado en El Palo, ha sido convocada por la española sub 12 ahora y entrará en el preinfantil del Unicaja".

"Vamos teniendo jugadoras en todas las selecciones, con la pandemia se paró un poco las competiciones y la progresión, no tuvimos tanto visibilidad", reflexiona Jesús Lázaro sobre los progresos del Unicaja Femenino en apenas seis años: "Ahora mismo tener dos jugadoras ahí en una medalla mundial es muy importante, pero es también todas las que vienen por detrás. Ángela Gómez está con la sub 17, Paloma Muñoz con la sub 16, María Peña y Chelsea Dike con la sub 15, también estuvo Nadia Merino, también Elsa Jiménez por detrás... Y más que me dejo. Hay 8-10 jugadoras en órbita de selección española. Es una batería muy importante, tiene su lógica que tengan su sitio, seguimos siendo la segunda mejora cantera de femenino en España por los resultados. Es normal que vayamos teniendo jugadoras dando la cara. Es simbólico lo de Elena desde el nacimiento del club, vamos reclutando según destacan. Gente de Málaga, de la cantera, de Andalucía, vamos enganchando jugadoras para que con la base de casa seamos capaces de tener pronto un equipo en la élite".

"Es una etapa, yo nunca había entrenado a chicas, ha sido un proyecto bonito ayudar al crecimiento de la selección femenina, ahora me tocará con los chavales", dice Lázaro sobre su paso antes de ocuparse de nuevo de los chicos juniors: "Creo que hemos hecho un buen trabajo, está bastante bien consolidado el club con el resultado del ascenso con la esencia, no sólo es el qué sino que ha sido el cómo. Con un equipo 18 años de media, la mejor jugadora del ascenso fue una jugadora nuestra de 16 años, Clara Silva, que ha sido una de las mejores jugadoras de la Liga. Es una barbaridad lo que estamos consiguiendo, con una capacidad de recorrido y de seguir creciendo brutal, con los pies en el suelo, pero sabiendo que es el proyecto que queremos, que es acabar en la Liga Femenina".

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