Unicaja Baloncesto | Entrevista con Serguei Babkov

“Mis cinco años en Málaga fueron los mejores de mi vida”

  • Serguei Babkov estuvo cinco temporadas en el Unicaja, en las que jugó 213 partidos con una media de 16.6 puntos

  • Pasa unos días en la Costa y dialoga con ‘Málaga Hoy’

Serguei Babkov posa en Los Guindos.

Serguei Babkov posa en Los Guindos. / Javier Albiñana

Serguei Anatolievich Babkov (Novosibirsk, 1967) es historia del baloncesto en Málaga. Cinco años en los que regó de calidad Ciudad Jardín y los pabellones de ACB y Europa. Fue dos veces subcampeón del mundo con Rusia (1994 y 1998) y miembro del inolvidable equipo del subcampeonato de 1995. El ruso fue un jugador muy querido por la afición del Unicaja y pasa unos días de vacaciones en Málaga. Desoxida su español para atender con amabilidad a Málaga Hoy en Los Guindos. Es director del Spartak de Novosibirsk, ciudad de más de millón y medio de habitantes y capital del distrito federal de Siberia.

–¿Qué le trae por Málaga?

–Casi todos los años vengo de vacaciones, para ver al Unicaja, algunos partidos, también a mis amigos... Tengo mucho cariño a esta ciudad porque los cinco años que viví aquí fueron los mejores años de mi vida.

–¿Cómo empezó a jugar al baloncesto?

–Fue en Bisk, con 12 años, en la escuela, con el equipo de mi año, los nacidos en 1967. Después fui a la universidad un año y jugué con un equipo, el Altai. Luego fui al ejército y estuve en el SKA, el Sportium Klub Army, en Ekaterimburgo y después algunos partidos con el CSKA en Moscú. En Ekaterimburgo ya empecé a ir con la selección sub 20 de Rusia. Terminé mis tres años en el ejército, jugué en el Lokomotiv Novosibirsk, un año y medio en Trier (Alemania), cinco en Málaga y medio año en Badalona.

–Viene a Málaga desde el Trier alemán, después de ser subcampeón del mundo con Rusia. ¿Cómo es esa operación?

–Mi agente me dijo que Málaga me quería y yo dije, ‘vale, sí, vamos para allá’. Un año antes tuve una oferta del Barcelona cuando jugaba en Alemania, pero tenía un año de contrato más en el Trier y no podía salir. De Málaga sabía que aquí había jugado ‘Tiki’ [Tikhonenko, ex compañero en la selección], no mucho más.

Serguei Babkov, en Los Guindos. Serguei Babkov, en Los Guindos.

Serguei Babkov, en Los Guindos. / Javier Albiñana

–¿Y qué es lo primero que recuerda de su llegada?

–Lo primero que recuerdo es que bajé del avión y allí estaba esperándome Manolo Rubia [entonces delegado y ahora director deportivo] abajo. Me gustó la ciudad, ahora han pasado 25 años desde la primera vez que llegué. Y cada año más bonita, más bonita, más bonita... Me gusta mucho.

–Llega y cae en un equipo que hace historia ese mismo año.

–Jugamos bastante bien, un gran baloncesto. Mike Ansley, Kenny Miller, Nacho Rodríguez, Manel Bosch, Gaby Ruiz, Curro Ávalos, Alfonso Reyes... Siempre había equipos muy fuertes como Madrid y Barcelona, otros equipos potentes como el Tau. Pero ganamos muchos partidos y el Madrid y el Tau perdieron más de lo que solían perder, 13 o 14 partidos, y quedamos segundos. Los play off los jugamos bien, ganamos a Estudiantes y Manresa.

–¿Y cómo fue esa histórica final ante el Barcelona?

–Pudimos ganarla. Ganamos el primer partido en Barcelona y en el segundo íbamos nueve puntos arriba e hice un tapón limpio al escolta tirador, creo que era Xavi Fernández. El árbitro pitó falta... 1-1 y ya se sabe la historia. España tenía la mejor Liga de Europa, ahora creo que también. Cuando jugaba en Rusia, el último año allí metía 35 puntos por partido. En Alemania, 25. Y aquí todos eran muy fuertes, había grandes defensas... Sólo metí 14 o 15 por partido.

Plantilla del Unicaja de a mediados de los años 90. Plantilla del Unicaja de a mediados de los años 90.

Plantilla del Unicaja de a mediados de los años 90. / Unicaja B. Fotopress

–Todo el mundo habla de que en ese equipo del subcampeonato eran muy cercanos.

–Entre nosotros éramos muy amigos, todos juntos. Dentro del equipo todo funcionaba muy bien, éramos muy familia. Después íbamos a la discoteca. No bailábamos, sólo hablábamos (risas). Lo pasábamos muy bien.

–Estuvo en los banquillos después de retirarse.

–Sí, después fui entrenador en Novosibirsk, estuve dos años como seleccionador de Rusia y ahora estoy como director en Novosibirsk otra vez. Está allí cerca de Kazajistán, a mil kilómetros de Mongolia. Está en Segunda División. Ahora hay sólo nueve equipos de Rusia en la primera división, la VTB, juegan también equipos de Bielorrusia, Kazajistán, Estonia y Polonia. Hay pocos equipos. ¿Qué cargo es? No sabría decirle. Me llaman el director, hago de todo (risas).

–¿Cambió mucho el baloncesto de su etapa de jugador al que existe ahora?

–Está más cambiado. Es más fuerte, más rápido. Ahora todos los equipos tienen 6 o 8 americanos, que son fuertes, corren, suben el nível físico... Y me gustaría ver jugadores rusos, ahora hay muy pocos. Yo no sé qué pasará con el equipo nacional en dos o tres años. Los buenos jugadores rusos como Vorontsevich, Shved, Kurbanov, Mozgov... Tienen 32 o 33 años. No veo jugadores rusos, el seleccionador Bazarevich viene a buscar jugadores a nuestra liga, en segunda división. Porque cada equipo tiene hasta nueve extranjeros, que son los que juegan. Los rusos están ahí en el banquillo, animando...

–La gente en Málaga recuerda su suspensión y su calidad jugando. ¿Era talento o trabajo?

–Diría que 50% y 50%, yo trabajaba mucho. Cuando era joven cada día tiraba entre 100 y 400 tiros, siempre, yo solo. Aquí en Málaga trabajaba con mucho Manolo Rubia y Migue [Miguel Ángel García, utillero del equipo entonces] antes de los entrenamientos. Ahí venían Nacho, Gaby, Dani... Todos los días antes de entrenar eso, 100, 200, 300 tiros.

–Pero no sólo era tiro. También hacía algunos mates espectaculares.

–Ahí tenía en el ordenador que me pasaron seleccionados los mates que hice. Y sí, había algunos mates buenos (risas).

Serguei Babkov, en un partido ante el Barcelona en Ciudad Jardín. Serguei Babkov, en un partido ante el Barcelona en Ciudad Jardín.

Serguei Babkov, en un partido ante el Barcelona en Ciudad Jardín. / Mariano Pozo / Unicaja B. Fotopress

–Le recuerdo meter en Sevilla una vez 36 puntos y que el público de San Pablo le aplaudió tras ese partido.

–Puede ser, no recuerdo todos los partidos. Gracias a la afición de Sevilla (risas).

–¿Fue mucho choque venir de la URSS, pasar por Alemania y llegar a España?

–En Rusia la forma de vida era bastante dura. Aquí todo iba muy bien. España es el mejor país para vivir, creo. Mejor que Alemania. Allí es orden, todo limpio, todo bien, pero aquí es más tranquilo. Y la gente aquí, si tienes un problema, sabes que quien puede ayudarte te va a ayudar. Es una cosa en la que España es la mejor. En Rusia y Alemania eso no pasa. Si alguien te puede ayudar, te ayuda siempre.

–¿Conectó bien con los jugadores españoles?

–Antes había más españoles jugando, ahora muchos extranjeros también. Yo recuerdo que estaba muy bien con los españoles, me ayudaron mucho. Recuerdo con Jesús Lázaro tener una muy buena amistad.

Serguei Babkov, durante la entrevista. Serguei Babkov, durante la entrevista.

Serguei Babkov, durante la entrevista. / Javier Albiñana

–Pues ahora está de entrenador en la cantera, en el equipo junior.

–¿Ah, sí? No lo sabía. Pues igual me lo llevo para Novosibirsk (risas). En España hay entrenadores muy buenos. Me gusta mucho cómo juega el Real Madrid, me gusta mucho Pablo Laso [ambos coindieron en el Unicaja en el final de la temporada 1998/99]. Esta temporada pensaba que iban a ser otra vez campeones de la Euroliga, pero creo que hubo nervios en la semifinal. Ganaban por 15 puntos y el CSKA no sabía qué hacer. Los árbitros igual le ayudaron un poco al CSKA, como siempre, pero Pablo igual tuvo nervios ese día. Pero me encanta cómo juega. Cómo desarrolló a ese joven que está en la NBA, Doncic. Cada año más, más y más. MVP, ahora mejor rookie en la NBA...

–Allí el Rusia el CSKA gana siempre.

–Mira, ahora perdió el primer partido de Liga en Krasnoyarsk, allí todavía más al Este de Novosibirsk. Antes de que empiece la Euroliga, el CSKA juega todos sus partidos lejos. En Siberia, en Astana, en Krasnoyarsk... Para después estar más o menos cerca de Moscú siempre, ya no viaja más al Este. Fue el primer partido que pierde.

Babkov, con Ansley, Imbroda, Alfonso Reyes y Nacho Rodríguez. Babkov, con Ansley, Imbroda, Alfonso Reyes y Nacho Rodríguez.

Babkov, con Ansley, Imbroda, Alfonso Reyes y Nacho Rodríguez. / M. Pozo / Unicaja B. Fotopress

–¿Se sigue el baloncesto en Rusia?

–No, falta eso. No es como en España, mucho menos. Puede ser el CSKA en Euroliga, Krasnodar o Zenit... Pero en partidos de Liga hay 1.000 o 2.000 personas. En televisión se pueden ver los partidos de Euroliga. Yo los veo, pero no sé si mucha gente...

–¿Qué le dice a la afición de Málaga?

–Amo a la afición de Málaga. Siempre va al pabellón y anima y eso me gusta. La gente se acuerda aún de mí... El año pasado vi un partido del CSKA un partido en San Petersburgo y fui a saludar a Sergio Rodríguez, le dije ‘hola’, se levantó y me dijo, ‘hombre, Serguei’ y me dio un abrazo. Me sorprendió mucho. Sergio tendría 10 o 12 años cuando yo jugaba en España. Me dio alegría que me recordara.

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