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Europeo sub 16: Una secuencia increíble, tres jugadores de Los Guindos, los tres últimos MVPs

Rubén Domínguez, Mario Saint-Supéry y Guille del Pino.

Rubén Domínguez, Mario Saint-Supéry y Guille del Pino. / FIBA

Los tres últimos nombres inscritos en la relación de MVPs del Europeo sub 16, la primera toma de contacto de competición internacional oficial, tienen un hilo común: son jugadores formados en la cantera del Unicaja. Rubén Domínguez lo fue en 2019, después llegó el paréntesis de dos años sin la pandemia y en las dos últimas ediciones han sido Mario Saint-Supéry, ya jugador del primer equipo, y, en las últimas horas, Guillermo del Pino

Es una secuencia bastante increíble enlazar tres jugadores consecutivos señalados como la mejor promesa de Europa en su generación tras un torneo en el que los scouts de la NBA empiezan ya a cribar jugadores con posibilidades. Un repaso al listado de MVPs en los últimos 25 años de los Europeos sub 16, sub 18 y sub 20 permite observar que un alto porcentaje llega a la superélite, entendida como tal la NBA, Euroliga o selección absoluta. Sólo un 15% no lo ha hecho. Desde 2005 hacia acá, la secuencia de MVPs en torneos sub 16 es Antoine Diot, Ricky Rubio, Dejan Musli, Jonas Valanciunas, Tauras Jogela, Dario Saric, Mario Hezonja, Okben Ulubay, Killian Tillie, Dzanan Musa, Usman Garuba, Killian Hayes y Roko Prkacin. Todos han jugado algún partido de Euroliga, ocho de los 13 han jugado en la NBA y sólo Jogela no ha debutado con la selección absoluta. Es un buen indicador de lo que supone este galardón. La proyección no es matemática, pero hay altas posibilidades, según los precedentes, de que sean jugadores de élite.

Comenzó Rubén Domínguez, que había dejado de ser jugador del Unicaja el verano anterior. En 2018, tras cuatro temporadas en la cantera de Los Guindos, se marchó a Torrelodones. Se hizo una excepción con él por su proyección y se le trajo desde Puerto Real (Cádiz) a Los Guindos con sólo 11 años, en edad preinfantil. Normalmente se espera a la infantil. Domínguez conquistó el MVP en la edición de 2019, cuando España derrotó en la final a la Francia de un coloso que ya despuntaba, Victor Wembanyama. 13.4 puntos, 3.4 rebotes, 2.3 asistencias y 1.6 robos fueron sus medias. Compartía equipo con Juan Núñez, ahora ya en la absoluta, y con los canteranos cajistas Pablo León y Pablo Tamba. La carrera de Domínguez no se ha estabilizado como esperaban sus mentores cuando salió de Málaga. Pasó después al Movistar Estudiantes, donde se empleó cuatro temporadas, pero no ha adquirido un rol relevante en LEB Oro. Y ha sido cedido, tras renovar, para la próxima temporada al Tau Castellón. Pero sus cualidades están ahí, brillantes. Scariolo lo tuvo varios días trabajando con la absoluta.

Después de los dos años de pandemia, que impidieron competir a las generaciones de 2004 y 2005 (talentosísimas en el baloncesto español), en 2022 fue el turno de Mario Saint-Supéry. El rinconero completó una actuación memorable en Skopje también, guiando a España al subcampeonato. Pese a que España perdió la final con Lituania, su despliegue le mereció el galardón. Acabó con 21.9 puntos, 6 rebotes, 4.1 asistencias y 2.7 robos por duelo en 27 minutos por duelo. Ya había debutado previamente con el primer equipo en la BCL y se tenía claro en el club que era un proyecto de máximo nivel. La temporada pasada estuvo en el primer equipo de facto, vivió el título de Badalona en primera persona y entrenó todo el año contra un equipo que demostró ser uno de los mejores de Europa. Falta ver si finalmente se le cede a LEB Oro o formará parte de la primera plantilla, como era la idea primigenia del club. Se trabaja para rematar un contrato de larga duración que vincule al malagueño con el Unicaja. Su proyección es muy alta y participó de la plata en el Europeo sub 18 disputado en julio en Serbia, con una gran actuación en la final y teniendo impacto con jugadores mayores.

Saint-Supéry absorbió atención pero había otro jugador de máximo nivel tras él, Guille del Pino, que ha completado un Europeo tremendo en la fase de eliminatorias, in crescendo. 26 puntos ante Turquía, 10 puntos en la semifinal ante Lituania tras apenas jugar en el primer tiempo por faltas además de 22 puntos en la final ante Italia. Con canastas, asistencias y varios robos claves en el desarrollo de los partidos. El cordobés llegó en edad cadete a Málaga después de que ya en infantiles hubiera jugado la Minicopa. La pandemia también dilató su incorporación. 14.6 puntos, 1.4 rebotes, 2.9 asistencias y 1.9 robos en 21 minutos por partido fueron sus medias en Skopje, mejoradas conforme pasaba el evento. Ahora, tras un descanso, se incorporará para trabajar en el primer equipo. Este año debe ser líder en el equipo junior.

Tres botones que muestran que hay talento en Andalucía y que en Los Guindos se trabaja bien, siempre con cosas mejorables. Pero no puede ser casualidad que los tres últimos MVPs del Europeo sub 16 se hayan formado en el Unicaja. 

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