Unicaja

Francis Alonso y una revisión pertinente

  • La explosión del malagueño, con recital en un gran escaparate como el WiZink, se hace viral

  • El club deberá actualizar su contrato, que acaba en 2022, en los próximos meses

  • Su cláusula de salida está en torno a los 250.000 euros

Francis Alonso lanza un triple en el Carpena.

Francis Alonso lanza un triple en el Carpena. / ACB Photo / M. Pozo

La exhibición de Francis Alonso en Madrid, con una llamarada de cinco triples en el tercer cuarto, cuando parecía que era imposible que fallara, ha roto una barrera más para el escolta malagueño. 27 puntos metió el de La Malagueta, su tope con la camiseta del Unicaja. En su etapa universitaria en Greensboro llegó hasta los 36 y en Campeonatos de España con el Unicaja o la selección andaluza superó los 40. Tenían o tienen otras características distintas, pero por contextualizar, el máximo de Berni Rodríguez en 683 partidos con la camiseta verde fue de 24. Alberto Díaz, en casi 300, tiene 19 puntos como el que más. Carlos Cabezas, en 505 partidos, sólo anotó una vez más puntos que esos 27, aquellos míticos de 32 en Tel Aviv. Jorge Garbajosa, el jugador más decisivo de la historia del club, firmó 26 puntos en el partido que más anotó con la camiseta verde. Nacho Rodríguez dejó su tope en un partido de Euroliga ante el Bayer Leverkusen, con 31. Álex Abrines, en su espléndida aparición, se quedó también en esos 31 ante el Estudiantes. Sigue siendo, de hecho, su máximo profesional. Alonso se mueve en esas cifras sólo con 22 partidos en la élite con el Unicaja, una treintena si se juntan los de Fuenlabrada y Oviedo el año pasado, comparando con otros estelares jugadores nacionales de la historia del club.

Son tres meses ya de continuidad a un nivel bastante alto de Alonso, progresando también en otros aspectos del juego, como la defensa. En Madrid estuvo muy activo en las líneas de pase, con dos robos y tocando más balones. Forzó faltas en ataque y también se arremangó en el otro baloncesto, no sólo el tiro y el ataque. Que, evidentemente, es su marca diferencial. Sólo falló tres lanzamientos para meter 27 puntos, son registros poco frecuentes. Con un volumen medio de tiro (lanza 7.8 tiros de campo y 2.5 libres por encuentro), está ya en 89% en tiros libres, 58% en tiros de dos y 49% en triples de porcentaje juntando Eurocup y Liga ACB, promediando 13 puntos, sólo superado por Brizuela (14) en el Unicaja. Las lesiones en la zona exterior le han permitido también crecer en minutaje. Evidentemente, también tiene sus taras y márgenes de progreso. Perdió cinco balones en Madrid, debe ser más preciso en la generación, sólo promedia 0.5 asistencias y la creación es su próxima frontera de crecimiento.

En el escalafón en el puesto 13 del plantel de partida, su peso en el Unicaja ha ido creciendo exponencialmente cada semana. Y sus actuaciones abren también otro melón, su situación contractual. Con un contrato firmado en 2019, después de salir de la universidad y probar con los Hornets en la NBA, el vínculo se extiende hasta 2022. Firmó en condiciones idénticas a las de Rubén Guerrero, que acaba en 2021 y con el que se tiene bastante avanzada su ampliación. Hay más de año y medio de contrato pendiente, pero es evidente que sus actuaciones llaman la atención y que su perfil es muy demandado en el baloncesto moderno. Y en sus virtudes, le falta obviamente constatarlo porque no ha jugado en la Euroliga, parecen extrapolables a escenarios aún más exigentes. Es por ello que se antoja necesaria una revisión de condiciones, salario y cláusulas de salida, antes del próximo verano. Está en el contexto ideal, en su casa, para seguir creciendo. Sea por los motivos que sea, Casimiro le está dando protagonismo. Pero el mercado está ahí. Su cláusula de salida ahora mismo, sube igual que el sueldo conforme pasan las temporadas, está en torno a 250.000 euros. En un cupo, con posibilidades de progresión, es un precio asequible para los grandes. Madrid o Barcelona, sin ir más lejos, tiene perfiles como Carroll y Kuric. Alonso tiene aún mucho que demostrar, pero es hacia donde apunta su progresión.

Alonso está cumpliendo el objetivo que tenía desde pequeño. "Sueño con jugar en la ACB algún día. Espero que sea en el Unicaja", decía en este periódico cuando era un niño de 14 años, tras estar en el Campus de Pau Gasol. Curiosamente, se definía como "un base con visión de juego, aunque también me gusta tirar". De hecho, citaba como su referente a Pepe Sánchez. Con el tiempo, mutó y se orientó más hacia la ejecución. Instalado con su pareja en Torremolinos, disfruta de la familia y amigos que estuvieron en la distancia en sus cinco años en Estados Unidos, donde su juego se especializó. Para crecer aún más, ahora, tiene que recuperar conceptos que antes dominaba. La exhibición de Alonso se ha hecho viral, anoche, sólo en Twitter, el clip de un minuto con sus cinco triples en cinco minutos tenía más de 35.000 reproducciones. Y además, multiplicó sus puntos con el bonus al máximo anotador en la campaña desarrollada por Movistar para recoger alimentos para los más necesitados y sus 27 puntos se transformaron en 405 kilos de comida.

El escolta malagueño se ha ganado el respeto del vestuario en estos meses, desde que en mayo empezó a trabajar con el equipo antes de ir a la burbuja de Valencia, a la que no pudo asistir por un test positivo  pese a que ya había pasado el coronavirus. "Es un placer entrenar a Francis", decía Luis Casimiro. También lo es verlo progresar de esta manera vertiginosa.

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