Alberto Díaz, de Los Guindos al oro
Francis Tomé y Paco Aurioles, dos entrenadores que han seguido muy de cerca la evolución del base, relatan como ha sido su camino hasta el jugador que es hoy
Alberto Díaz, el quinto malagueño en un selecto club
Las grandes plazas nunca le dieron miedo a Alberto Díaz. Ya fuera con las categorías inferiores o con el primer equipo, el malagueño nunca se ha escondido. Con la selección española no iba a ser menos. Este verano ha puesto el nombre de Alberto Díaz en boca de todos los que siguen este deporte. Los que no sabían quien era, alucinan con el corazón y la garra de un tío que está siendo el terror de los bases rivales. Los que sí que le conocían tan solo están confirmando lo que ya sabían, que el malagueño es, en algunos apartados, élite europea del baloncesto.
Bien lo saben Francis Tomé y Paco Aurioles, ambos técnicos han tenido a Díaz a sus órdenes en distintas etapas de su carrera. Francis lo entrenó en las categorías inferiores del Unicaja, mientras que Paco ha estado en los tres debut más importantes del canterano: en LEB ORO, en ACB y en la selección española. Ambos entrenadores nos han hablado de su evolución, del carácter que lleva por bandera y de lo que ha logrado en su carrera.
"Todo el mundo está muy sorprendido de lo que está haciendo defensivamente, a mi no me sorprende tanto. Yo le he visto hacer eso muchísimas veces, pero si que es verdad que me está encantando verle atacar, está tirando muy bien a pies parados, con un alto porcentaje desde el triple. Está tomando muy buenas decisiones y perdiendo muy pocos balones", explica Tomé. "No solo es que esté defendiendo increíble, que Larkin y Schröder están soñando con él, sino que está atacando muy bien", relata sobre el papel de Alberto en el Eurobásket.
Francis comenta que cuando estaba en la cantera era "un jugador muy agresivo atacando" y que siempre ha sido la clase de jugador que "el triple que había que meter, lo metía". Por otro lado, añadía que hay que "valorar que está atacando de una manera increíble" y que "por eso en los dos últimos encuentros está en el quinteto que acaba los partidos, el más importante para un entrenador". Cabe recordar que hace ya cinco años fue el MVP de la final de la Eurocup con el Unicaja, en una plantilla con jugadores como Jamar Smith o Nemanja Nedovic.
Sobre el carácter que muestra en pista el malagueño, Aurioles dice "él tiene un carisma que no está impuesto por nadie". Recuerda que cuando debuto en LEB ORO, lo hizo en León y tuvo que medirse a uno de los mejores bases de la competición en aquel momento, Juanjo Bernabé. "En la primera jugada le sacó una falta en ataque", rememora. También rescata unas declaraciones del que fuera escolta del Unicaja, Jamar Smith, que dijo de Alberto que con su intensidad y exigencia en los entrenamientos le había hecho "mejor jugador de baloncesto".
"Lo del carácter no se lo ha enseñado nadie, él es así desde que era muy pequeño. Era capaz de ser el líder del vestuario, de serlo en la pista y de asumir responsabilidades. Sobre todo de ser alguien en el que todos se fijaran, ser un poco el espejo de todos", apunta Tomé. "Si eres el pívot y ves a Alberto defender como él lo hace pues si tienes vergüenza te pones a defender al mismo nivel porque no quieres quedar en evidencia. Él tiene ese carácter, lo ha tenido siempre, siempre ha sido un líder y lo ha asumido siempre, no ha tenido que decírselo nadie", comenta Francis en referencia a la influencia que tiene el base en sus compañeros.
Con el paso de los partidos en esta cita continental se ha demostrado que la figura de Alberto brilla en defensa, pero es más que capaz en otras facetas. "No se trata solo de la defensa, sino de la cohesión del equipo. Él no ha parado de trabajar sus gestos técnicos, trabajó mucho su tiro y tiene un buen porcentaje, no rehúye esas facetas, las trabaja porque quiere ser lo mejor posible", explica Aurioles. "Tiene impacto, es capaz de cambiar dinámicas de equipos y de partidos", añade.
El buen encaje con el grupo y, especialmente, con Lorenzo Brown en la dupla del bases tampoco ha cogido por sorpresa a los técnicos malagueños. "Sabemos que todos los jugadores que vienen a Málaga terminan respetando muchísimo a Alberto y sabiendo que es un jugador muy importante para el equipo. Esto es una cosa que le pasa todas las temporadas a los jugadores que le rodean", apunta Paco Aurioles.
Del Eurobásket se vuelve con una mochila de experiencias y emociones. Y una medalla de oro, ganada a pulso cada segundo de este torneo. A sus 28 años ha alcanzado lo que muchos jugadores han considerado a lo largo de la historia como lo más grande que un jugador puede conseguir, un éxito con la selección de tu país. Este no es un éxito cualquiera, este es el éxito de Alberto y de todos sus compañeros que, bajo el mando de Sergio Scariolo, ha logrado una de la mayores gestas del baloncesto moderno.
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