Garbajosa y Scariolo, de Málaga a dominar el mundo

Los resultados lo hacían prever, pero este viernes se confirmó oficialmente que la selección española masculina es la mejor del mundo en el ranking FIBA por los resultados en los últimos años. La vigente campeona del mundo y de Europa adelanta a la campeona olímpica, Estados Unidos. Las dos últimas victorias en la quinta ventana de clasificación para la Copa del Mundo y la derrota de Estados Unidos ante Brasil la semana pasada han propiciado el cambio de líder. Esa épica victoria en Italia tuvo el premio de un reconocimiento que “es un título simbólico pero para nosotros tiene una gran importancia. Vamos a encarar el año del Centenario desde la primera posición del ranking mundial”, decía Jorge Garbajosa.

“No es propiamente un nuevo título y probablemente no pueda mantenerse durante demasiado tiempo, pero es algo tan único, prestigioso e histórico que me siento tremendamente orgulloso de tod@s l@s que, desde la U12 a la Absoluta, han contribuido a ello”, expresaba Scariolo en las redes.

La pareja que se conoció en Vitoria a finales del siglo pasado y que llevó al Unicaja a los límites más alto de la historia del baloncesto malagueño, el entrenador y la estrella del equipo, ahora el técnico devenido en maestro y el presidente de la FEB, son los arquitectos de este reconocimiento, seguramente efímero, como refería Scariolo, porque el poderío yankee es tremendo. Pero en noviembre de 2022, la selección española masculina, hasta nueva orden, es la mejor del mundo. Y, más allá de esa conexión nacida en Málaga, la cuota de la provincia es alta en esta responsabilidad, sede habitual de concentraciones de la selección, desde la iniciática en Benahavís en 2017 en la que se pusieron las bases con unas dosis visionarias de lo que ha venido después hasta una cuota importante del staff (Ángel Sánchez-Cañete, Enri Salinas, Carlos Salas y Javi Salvo) de dos malagueños de adopción, uno con casa en Fuengirola y otro en Marbella. Y el empuje final de un malagueño, Alberto Díaz, otros que han intervenido en las ventanas (Francis Alonso y Rubén Guerrero) y otros cajistas (Darío Brizuela, Jaime Fernández y Jonathan Barreiro).