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Gesta del Unicaja en Cáceres: triple de Tanchyn en el último segundo y a la fase de ascenso a LEB Plata

  • El ala-pívot metió la canasta decisiva para perder por sólo cinco puntos en Cáceres y pelear por subir (88-83)

El Unicaja celebran el pase a la fase de ascenso en Cáceres.

El Unicaja celebran el pase a la fase de ascenso en Cáceres.

Quienes han acudido regularmente a Los Guindos esta temporada han vibrado y catado mucho buen baloncesto viendo a los chavales del junior competir de manera admirable en la Liga EBA al Unicaja. Pero lo de Cáceres superó todo lo imaginable. En un club huérfano de alegrías en la élite, se agradece que emerja una generación con señas de identidad reconocibles, talento y competitividad. El equipo que dirige Antonio Herrera estará en la Fase de Ascenso a LEB Plata tras salir vivo de una eliminatoria tremenda ante el Sagrado Corazón de Cáceres, el equipo con mejor balance de toda la competición en la temporada regular. En Los Guindos se venció por 75-69 y había que defender esos seis puntos en tierras extremeñas. Y así fue. Se perdió 88-83. ¡Adelante!

Un triple de Tanchyn sobre la bocina final desde la diagonal a pase de Javi Luque firmó la gesta del equipo malagueño. La eliminatoria estaba perdida después de una bandeja rival a falta de 10 segundos después de que Álvaro Mena la hubiera igualado con dos tiros libres a falta de 25 segundos. El Unicaja había bajado de los 12 puntos de desventaja a los seis en dos minutos, forzando situaciones de pérdidas ante un rival que se precipitó en un par de ataques por la agresividad cajista. Sin tiempos muertos ya, el equipo malagueño montó el ataque y el base habilitó al interior de raíces ucranianas, que ya jugara en la pretemporada con el primer equipo y que ha sido internacional sub 18. Es un notable tirador, aunque llevaba 0/3 en triples y 1/6 en tiros de campo. Pero tiró desde más allá de siete metros, liberado, con frialdad y coló limpio el triple de la victoria (no en el partido, pero sí en la eliminatoria) mientras sonaba la bocina del pabellón extremeño.

Un merecido premio a la gran temporada de los jóvenes cajistas, con una anormal capacidad para competir ante adultos en situaciones extremas. Han ganado un gran número de partidos igualados durante la campaña, en unas instancias inesperadas de la competición. Y en una situación de máximo estrés ante un rival muy complicado volvieron a hacerlo. Supieron contener el previsible arranque rival (7-0). Y el partido circuló en su grueso entre los 5 y 10 puntos de ventaja cacereña. Al final del tercer cuarto el Unicaja llegaba a ponerse por delante en el marcador (62-63) en unos minutos excepcionales del cadete Mario Saint-Supéry, increíble verle competir así con 15 años. Acabaría con 23 puntos, siete rebotes, tres asistencias y 29 de valoración. 

Reaccionó el Sagrado Corazón con un parcial de 8-0 y ya en el cuarto final estiró hasta los 14 puntos la diferencia. Pero el corazón de los jóvenes pupilos de Herrera le mantuvo en el partido. Rubén Vicente enlazó cuatro puntos (excelente el mallorquín también, con 18 puntos), tras dos robos forzados por Javi Luque (14 puntos y cuatro rebotes), Álvaro Mena (12 puntos y tres rebotes al final) anotaba dos tiros libres complicados de meter por la presión. El rival metía, pero quedaba la bala de Tanchyn, que metería un triple que seguro recordará su carrera. 

En mayo quedan dos retos enormes, el Campeonato de España, que se jugará en Huelva en la primera semana, y la siguiente la fase de ascenso a LEB Plata. Seis plazas para 16 equipos. El nivel se complica, pero es complicado apostar contra estos chavales. 

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