El padrino Augusto Lima
El brasileño, que estuvo becado varios años por el club, comió con los jóvenes que están alojados en La Térmica
Hay 17 entre chicos y chicas de toda España y algún extranjero
Alberto Díaz, sobre el Carpena
De Los Guindos han salido campeones del mundo, estrellas europeas, jugadores de calibre NBA, algún All Star. De aquella idea del tristemente fallecido recientemente José María Martín Urbano brotaron muchos jugadores que han poblado la ACB y todas las categorías nacionales. Y también personas. El club tiene ahora mismo, además de los malagueños que juegan en la cantera, 17 jugadores y jugadoras becados de distintos puntos de España y también del extranjero. La Residencia está en La Térmica, a pocos metros andando de Los Guindos y de los colegios o institutos en los que los jóvenes estudian.
No fue físicamente allí en La Térmica donde estuvo Augusto Lima, que llegó con 15 años desde Brasil a Málaga. Estaba en la Residencia Arunda, al lado del Rosario Moreno, también en la zona de Santa Paula. Pero sí era es el espíritu, el de intentar darle una educación a los jóvenes que sueñan con triunfar en el baloncesto. El brasileño, en un reportaje realizado por el club, compartió una comida con los jóvenes que están ahora trabajando y estudiando en La Térmica mientras se desarrollan baloncestísticamente.
Paloma Muñoz, natural de Torrelavega, es una jugadora del Unicaja cadete que explica que "es mi primer año, mi decisión no fue muy dura, quería jugar en una cantera más grande para mejorar, ser mejor, y vine a Málaga. Los estudios van según un horario que pone María [tutora], un lunes puedes entrenar a las 5 y un martes a las 7. Depende de los entrenamientos. En las horas de estudio tienes que hacer toda la tarea para el día siguiente", explica.
El residente más veterano es Álvaro Mena. El base granadino que hiciera la pretemporada con el primer equipo y que tan grata sensación causara relata que "llegué hace seis años, siendo preinfantil y ahora soy junior de segundo año. He visto pasar mucha gente por aquí y la verdad es que da pena que se vayan, pero viene gente nueva que hace que me lo pase bien aquí y sea como mi casa. Ismael Tamba, que cuando yo llegué era con el que más me juntaba y me ayudó mucho, o Lucas Muñoz que me ayudaba también y eran mayores y me refugiaba en ellos. También Pablo Tamba o Rafa Santos. Ellos me ayudaban y daban consejos, si los veo regular a los más pequeños les pregunto, aunque a veces no se sueltan".
"Yo llegué y veía a la gente haciendo la pretemporada con el primer equipo y pensaba que era lo más y hacerlo yo pues me hizo sentí súper a gusto. Me han ayudado un montón, Lima estuvo conmigo siempre que necesité algo. Para mí es un sueño entrenar con este tipo de jugadores y jugar algún amistoso. Augusto alguna vez me lo dijo que él también estuvo en la Residencia, antes de la pretemporada no lo sabía. Me contaba cómo era vivir allí. Es como una persona en la que reflejarse. Era canterano y está en la ACB. Es una inspiración", cuenta el granadino sobre sus espejos.
Y el pívot brasileño del Unicaja, desde adolescente en Málaga, contaba que "aquí es donde todo empezó, es muy bonito. Están creando una nueva vida, aprenden muchas cosas. Están becados y veo que funcionan de la misma manera. Tienen su tutor, van al colegio y eso es muy bueno. Tienen que aprovechar para aprender para su vida, no sólo para el baloncesto. El club ha querido mantener esa línea y es muy bueno. Vine de Brasil con 15 años, todo era muy complicado. Vienes de allí y es totalmente diferente. Yo estaba acostumbrado a cosas más simples, Europa es diferente. Sólo llegar a Los Guindos y la residencia era muy distinto. Yo en un mes ya hablaba español, se intentaba que los extranjeros habláramos rápido y los que estaban conmigo también lo hicieron rápido".
"Ganamos dos Campeonatos de España, fuimos subcampeones en Hospitalet, ganamos algunas fases del Circuito sub 20, que entonces era importante. Después jugamos en el LEB. Aquí estábamos Álex Abrines, David Guardia, Bortolussi, Malick Fall, Gora... Aquí parecen más tranquilos, nosotros movíamos más la residencia", bromea Lima sobre sus años en la residencia: "Son épocas, los niños intentan centrarse en hacer otras cosas. En mi época entrenábamos mucho más, pero ahora se cuida más el cuerpo, que es lo que hay que hacer para que la carrera dure. Son niños muy buenos, se dedican de verdad, les deseo lo mejor, no tengo una bola de cristal, pero tienen una oportunidad y tienen que pelearlo. Ahora se les cuida más el tiempo de entrenamiento, están los estudios. Mario Bárbara, nuestro fisio, está pendiente con el tema de las cargas, todo progresa y mejora, hay un seguimiento con los niños que no había en mi época".
"Estuve entrenando mucho tiempo con el primer equipo, Giorgos Printezis se lesiona y ya me quedé en ACB con Aíto, también jugando con Paco Aurioles en el Clínicas", rememora el pívot brasileño, que admite que "sin la cantera del Unicaja no sería Augusto Lima, si no apuestas no llega. Alberto estuvo también aquí, no becado, pero es de aquí. Tenemos que construir, echo de menos, que para la cantera que siempre hemos tenido en Málaga faltan más jugadores de la casa en el primer equipo".
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