El último partido que jugó Jaime Fernández fue en Málaga. Uno de los seis con la selección española que ha disputado en esta temporada 2017/18. El prurito de ser internacional, con bastante protagonismo a las órdenes de Scariolo, ha reforzado a Jaime Fernández, que no dejó de progresar desde que debutó con 17 años con el Estudiantes. Pero donde ha roto el cascarón ha sido en Andorra, allí ha llamado la atención del Unicaja, que en las próximas horas consumará su fichaje. Hay acuerdo total con el jugador y sus agentes y se abonará la cláusula de 250.000 euros recogida en su contrato para liberar el contrato del jugador. El verano pasado, el Morabanc abonó 100.000 euros al Movistar Estudiantes para que renunciara al tanteo. Diari d'Andorra informaba ayer por la tarde de que el jugador y el Unicaja ya han comunicado al club del principado que se abonará esa cláusula. Y así será.

Así, pues, Jaime Fernández se convertirá en las próximas horas en jugador del Unicaja para las próximas temporadas, un contrato largo y que puede llegar hasta las cuatro temporadas. A sus 25 años, está en edad para tener recorrido. Tiene conexiones con Dani Díez, con el que fue campeón de Europa sub 16 en una selección en la que también figuraba el malagueño Luis Conde, ya retirado del baloncesto de élite para estudiar Medicina. También ha coincidido con Alberto Díaz en alguna inferior. Y compartió sus primeras experiencias como jugador profesional al lado de Carlos Jiménez. Su primera temporada a tiempo completo con el primer equipo del Movistar Estudiantes fue la última del ahora director deportivo del Unicaja como jugador profesional.

En el Morabanc Andorra promedió Jaime Fernández en ACB 11.4 puntos y 3.9 asistencias. En los seis partidos oficiales de la selección española se fue a 9 puntos, 2.7 rebotes y 2.3 asistencias. Es un jugador que puede alternar las posiciones de base y escolta, si bien ha descollado más en la segunda. Tiene capacidad de tiro y para atacar el aro y su descaro es una buena arma para desatascar defensas. Le tocará no sólo ejecutar sino crear. Con 25 años, inyectará también sangre fresca en el equipo malagueño. Como Wiltjer, fichaje con margen de crecimiento.