Con un par de entrenamientos con el equipo, aunque viajó a Bamberga para ir familiarizándose con sus compañeros y con la manera de trabajar, Livio Jean-Charles jugó sus primeros minutos con la camiseta del Unicaja. Juzgar en ese contexto a un recién llegado que aterriza por primera vez en la Liga Endesa es una temeridad. En 12 minutos en pista, metió siete puntos y cogió dos rebotes. Hizo un 2/7 en tiros de dos y 3/3 en tiros libres. Sí dejó claro que le gusta asumir protagonismo, aunque igual fue demasiado osado para el juego del Unicaja.

Así, de hecho, lo recordaba Joan Plaza al acabar el partido. "Espero que crezca Livio y que nos pueda ayudar con las armas que tiene, muy distintas a las de Gio Shermadini. Ha aterrizado un entrenamiento, ha intentado aportar. No esperaba más de él que lo que ha exhibido, pero sí debe entender que el juego que se hace aquí no es el de la G-League", decía el técnico catalán cuando se le cuestionó por un primer análisis sobre la actuación del ala-pívot francés.

Livio siempre coincidió en pista con Carlos Suárez o Jeff Brooks. En ausencia de Shermadini se tenderá seguramente a esa colocación de dos hombres más pequeños. Hizo un canastón al encarar a su par, hacer un reverso y anotar con contacto, forzando un dos más uno. Sufrió al salir a hacer el flash para evitar el bloqueo y continuación y volver. El entramado defensivo del Unicaja tiene sus propias reglas. Parece ágil para su altura, pero hace falta, evidentemente, más tiempo para ver qué puede dar de sí. En su segunda salida a pista, ya en la segunda mitad y cuando el partido había subido de nivel, sí se le vio más perdido. En cualquier caso, tiene tiempo para crecer.