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Mario Saint-Supéry (31 puntos) guía a España a la lucha por las medallas en el Europeo sub 16

Mario Saint-Supéry entra a canasta.

Mario Saint-Supéry entra a canasta. / FIBA

A lomos de un impactante malagueño Mario Saint-Supéry, España sub 16 ya se encuentra en las semifinales del Europeo de la categoría, que se celebra en Skopje (Macedonia del Norte). Era complicado vaticinarlo después de la dura derrota en el partido inaugural ante Grecia, por 30 puntos, pero el equipo de Ángel Jareño ha ido creciendo y comprendiendo el nivel de intensidad y dureza que implica jugar un torneo así. Y se ha fabricado dos oportunidades de medalla.

España dominó a Eslovenia, primera en un grupo duro con Serbia y Croacia, con autoridad (68-87), sin ir por detrás en el marcador desde el minuto uno. El rival, con buenos jugadores, se mostró impotente ante la banda de Saint-Supéry, que volvió a dejar otra actuación poco frecuente en las selecciones españolas, muy potentes pero más corales y largas que de individualidades. El malagueño ha ejercido de capitán y ha hecho crecer también a los compañeros, un buen síntoma. E hizo un partido extraordinario, otra vez. En 29 minutos en pista, Saint-Supéry metió 31 puntos (4/11 en tiros de dos, 4/9 en triples y 11/13 en libres), cogió siete rebotes, repartió siete asistencias (computadas, alguna más dio) y robó seis balones. Redujo a dos las pérdidas, número muy bueno para el volumen de uso de bola. Acabaría con 35 de valoración y +30 con él en la pista. Más allá de los números, la sensación de que flota sobre la pista y domina, cada vez leyendo mejor lo que sucede en la pista. Son sus últimos partidos en edad cadete y ahora le aguardan retos mucho más grandes, pero mientras tanto hay que disfrutarlo.

Con rentas de 10-15 puntos se manejó España desde el primer cuarto, ante una Eslovenia en la que la daba la réplica el talentoso Urban Kroflic, exterior zurdo de un gran talento y que germina en España. Acabaría con 29 puntos. Un triple suyo sobre la bocina del primer tiempo y otro al comenzar el segundo colocaban a Eslovenia empatada (39-39) por primera vez. Lo normal en estas situaciones es bloquearse. La respuesta de España fue un parcial de 15-0 a favor. Saint-Supéry metió un triple desde casi ocho metros y repartió tres asistencias consecutivas a sus compañeros para que anotaran bajo canasta o solos en el triple.

Fue el punto de inflexión del partido. Eslovenia consiguió bajar alguna vez de los 10 puntos, pero España se mantuvo firme y otro estirón de Saint-Supéry llevaría el partido por encima de los 20 puntos de renta para darle la puntilla. El malagueño lidera, pero van creciendo jugadores en el equipo junto a él. El alero madridista Asier Miguel marca diferencias defensivamente y sumó 16 puntos y 13 rebotes. Igual que el valenciano Jorge Carto, un titán bajo los aros (14 puntos y 13 rebotes). Buenos partidos también de Miquel Llompart y Felipe Díaz, como de los otros cinco jugadores que intervinieron.  

Ahora llega la siempre durísima Francia, cargada de proyectos de máximo nivel y con la capacidad atlética y física habitual. También perdió el primer partido y desde ahí creció. Ganó a Italia (84-77) en cuartos de final. Este viernes (21:00 horas), la semifinal.

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