movistar estudiantes-unicaja · la crónica

McCallum cogió las llaves (57-72)

  • El americano rompe el partido al inicio del último cuarto.

  • Dominó siempre el Unicaja, pero se embolicó entre el segundo y tercer cuarto.

McCallum machaca el aro rival.

McCallum machaca el aro rival. / Efe

Ray McCallum seguramente se vaya de Málaga sin que el baloncesto europeo se haya adaptado a él mientras es jugador del Unicaja. Puede ser que en los tres meses de competición (con suerte, cuatro) que quedan, cuaje. Sería una gran señal, pero hay cierto escepticismo tras más de dos tercios de temporada regular. Su baloncesto y el que propone Joan Plaza tienen un difícil matrimonio. En ciertos momentos, el atómico base de Detroit es un tornado para el rival. En otros tramos es una gotera para el Unicaja. Tiene un baloncesto que sólo entiende, para rendir, de jugar en sexta marcha. Vértigo, velocidad y a volar. Cuando hay que masticarlo se le nubla el panorama. Y no tiene un tiro exterior fiable que le dé una herramienta extra para desentrañar defensas.

Mientras tanto, hay que disfrutar de los buenos momentos de McCallum, que quebró un partido en la pista del Movistar Estudiantes que se ponía feo en dos minutos volcánicos al comienzo del último cuarto. Tres canastas en transición o contragolpe y una asistencia en un parpadeo. Ganaba el Unicaja 42-47 tras haberlo hecho por 17 puntos en el segundo cuarto y permitir la reacción estudiantil (40-41 mediado el tercer periodo). Un chispazo con un parcial de 0-8 que liquidó la resistencia de un equipo sin ritmo, que normalmente suele ser más peligroso. En el WiZink cayeron Barcelona y Valencia, que preceden en la tabla al Unicaja. Quien viera ayer a los madrileños pensaría que es un equipo menor. Es lo que exhibió, pero promedia 80 puntos y no los 57 que metió tras firmar un raquítico 5/30 en triples. Es el que equipo que más lanza tras la línea en la ACB. Las tres semanas de parón, Copa y ventana, desconectó al Movistar. Y el Unicaja tiene ese nervio competitivo que compensa el cansancio de la Euroliga.

13-8Balance. El Unicaja es quinto a una victoria del segundo clasificadoLos partidos en Belgrado y Madrid alertan de que físicamente no está exuberante el equipo malagueño. Shermadini no está y la perspectiva es que se va a perder varias semanas. Nedovic estaba débil de piernas, como atestiguaron los tiros cortos que repitió. Augustine renquea y Viny está aún algo oxidado tras una temporada con poco protagonismo. El congoleño tiene algunas taras por mejorar, como su tacto en situaciones cercanas a canasta. Ni tiene la explosividad para machacar salvo en situaciones en movimiento en la continuación ni ese punto de finura, al menos en los partidos. Le toca a Plaza encubrir debilidades, quizá algo más desmallball, e igual mirar al mercado. Es lo que dejó caer tras el partido el técnico, por dentro puede quedarse cojo el equipo. Los exteriores tienen campo para crecer. Y utilizó el partido Salin para reivindicarse. Metió 18 puntos, mezcló juego en ataque y no sólo se refugió en el triple, su arma más letal. Pero se hace más imprevisible cuando alterna y busca también la penetración.

La ausencia de Shermadini se traduce en una menor presencia en interior, generar juego desde el poste bajo es más complicado. Sólo fue ocho veces a la línea de tiros libres el Unicaja al partido cuando de media va 20 veces en la Liga Endesa. Con un raspado 40% de tiro de campo sólo se explica la victoria por el abrumador dominio del rebote y las segundas oportunidades.

Los dos primeros chispazos de McCallum sugerían un partido cómodo (5-14 y 14-31 de parciales), pero encalló el Unicaja, que dilapidó 17 puntos en 10 minutos a caballo entre el segundo y el tercer cuarto. Ataque poco engrasado, dificultad para correr y escasas ideas complicaron un partido en el que el Movistar se metía con coletazos de Caner-Medley y Omar Cook, ex cajistas de larga trayectoria. Ahí emergió McCallum antes de que se llegara a un final igualado que tanto ha castigado esta temporada. Darle las llaves del coche al de Detroit puede suponer ganar un gran premio o estrellarse en la siguiente curva. De momento, la duda persiste mientras su aclimatación continúa. En ciertos contextos es un arma para ganar partidos encasquillados. Y la victoria de ayer, como todas las que caigan en la Liga Endesa, importante será. Viene un tramo de calendario en el que hay que llenar el granero. De momento, el segundo está a un triunfo.

Ficha técnica:

Movistar (13+15+14+15) 57: Estudiantes Cook 9, Cvetkovic 2, Vicedo 2, Suton 11 y Brown 7 -quinteto inicial-. Hakanson 0, Brizuela 3, Peña 0, Landesberg 10, Savané 2 y Caner-Medley 11.

Unicaja (20+15+12+25) 72: Díaz 0, Salin 18, Milosavljevic 5, Brooks 13 y Augustine 4 -quinteto inicial-. Okouo 2, McCallum 15, Díez 4, Nedovic 5, Waczynski 0 y Suárez 6.

Árbitros: Calatrava, García Ortiz y Sacristán.

Incidencias: Partido de la jornada 23ª de la Liga Endesa, disputado en el WiZink Center ante 8.306 espectadores.

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