Cuatro partidos y un margen de error mínimo. El Unicaja tiene por delante un par de semanas trascendentales para no tener que ver la Copa del Rey por televisión. A estas alturas, es séptimo, no tiene el comodín de ser el anfitrión que el año pasado le sacó del entuerto –acabó el corte noveno empatado a victorias con el octavo– y peleará por entrar con equipos como el Valencia (octavo con las mismas victorias) o Andorra (noveno con un triunfo menos y también un partido menos) que también tienen la cita madrileña como objetivo prioritario. Al Unicaja sólo le queda nadar con fuerza en las próximas semanas para salvar la Copa.

Además, por si el contexto no fuese suficientemente incómodo, Luis Casimiro ha perdido también a Carlos Suárez y el equipo mastica su última derrota contra el Fuenlabrada, tratando de comprender cómo perdió las riendas del envite. Como en otras campañas, el Unicaja está obligado a superar la presión de otro error. A priori, depende de sí mismo, pero no será fácil.

Bilbao, Betis, Burgos y Baskonia son los rivales a batir antes de la foto final de la primera vuelta. Los dos primeros se jugarán antes de que acabe el año y el día 10 de enero está fechado el partido contra el Baskonia. Tres días después, arrancará el Top 16 de la Eurocup y la competición volverá a exigirle al equipo andaluz dos esfuerzos por semana. Algo para lo que está diseñada la plantilla a pesar de los problemas que siembran las últimas lesiones en Los Guindos.

Si, de manera pragmática, se cierra la lupa de la pelea por la Copa al Unicaja, Valencia y Andorra (dos plazas para tres equipos, aunque matemáticamente hay otros conjuntos que optan a entrar) los dos principales competidores de los malagueños tienen calendarios peculiares.

El Valencia, sorprendido también con una posición inusual a estas alturas de campeonato, juega este fin de semana contra el Guipúzcoa (colista), y después tendrá que afrontar los envites frente a Gran Canaria (decimoquinto), Joventut (quinto) y Bilbao (decimoséptimo). Como los malacitanos tienen cuentas pendientes contra equipos de la parte baja de la tabla y una visita difícil a Badalona. Con las mismas victorias que los de Casimiro y un balance de puntos peor que el Unicaja, es el otro conjunto teóricamente fuera de su sitio.

El Morabanc, por su parte, tiene la mayor exigencia, porque en el mismo tramo temporal debe de jugar un envite más y los rivales que le tiene reservados el calendario son de más enjundia que los que esperan andaluces y valencianos. Los andorranos tienen programados encuentros contra Iberostar Tenerife (segundo), Baskonia (cuarto), Real Madrid (líder), Obradoiro (duodécimo) y Urbas Fuenlabrada (decimotercero). Tienen la hoja de ruta más difícil sobre el papel.

Tras los andorranos, con los mismos partidos que Unicaja y Valencia pero con una victoria menos está el Baxi Manresa con posibilidades e intenciones para sorprender. De la terna, es el único sin exigencia europea, pero ayer mismo no se entrenó después de un positivo por Covid-19. Gran Canaria, San Sebastián, UCAM Murcia (undécimo) y Barcelona (tercero) serán sus rivales. El buen arranque de temporada del equipo de Pedro Martínez y su regularidad les tiene vivos para pelear por entrar en la Copa aunque las circunstancias, el calendario y el presupuesto mantienen a Unicaja y Valencia como favoritos para tener el pasaporte copera.

Con este panorama, parece que si los dos equipos con más presupuesto se quedan fuera de la Copa sería una sorpresa, pero las últimas jornadas y la irregularidad de ambos les obligan a ganar cuanto antes. De momento, no hay nerviosismo y los contrincantes pueden errar. Tal vez sea mejor no dejar la posibilidad de un bocado tan jugoso al pairo.