Necesitan mejorar

Joan Plaza desvelaba el pasado martes que el crédito para los jugadores que distan de su mejor nivel expira en enero, coincidiendo con el final de la primera vuelta de la ACB y el inicio del Top 16 de la Eurocup. "A partir de ahí jugará quien mejor esté", decía el técnico catalán, que entiende que desde agosto a diciembre hay tiempo para digerir sus peticiones. Hay varios jugadores que están lejos de su nivel esperado. Cada cual se crea sus expectativas con un jugador. Pero si en hombres como N'Diaye o Waczynski, sobre los que también se duda o se ha dudado, se han visto progresos en otros aún quedan dudas, reforzadas en las últimas semanas, cuando el equipo va bien y ellos no dan ese paso. Cierto es que no se puede pretender que todos los jugadores metan 15 puntos de media. Pero no es sólo la anotación lo que vale en el baloncesto. Hay otros factores que ellos no alcanzan.

Sin que se le preguntara por él, Joan Plaza hablaba de Lafayette, jugador que tuvo a sus órdenes en Kaunas y en quien tiene confianza total. Él y Brooks son los jugadores sobre los que más runrún existe a día de hoy. El hecho de que hayan venido a sustituir a dos jugadores consolidados en Málaga y cuya salida generó discrepancias, como Stefan Markovic y Will Thomas, aumenta el debate. Si con el americano la petición del entrenador fue que se quedara, pero no se culminó una negociación y el jugador acabó en Valencia, con el serbio su dictamen fue que no siguiera, contrariamente a las tesis del club. Claro que ahí queda otro debate sobre quién manda más.

Sin escurrir los errores de Lafayette, Plaza le otorgaba sus valores: "La seguridad que nos da, la pausa que nos ofrece, el criterio, que tiene experiencia, no tiene queja, siempre con una sonrisa... Él quiere hacer números mejores, yo también que los haga, pero estoy no contento, sino muy contento con él". Alberto Díaz está jugando más que Lafayette e, incluso, tiene ligeramente mejores números que el jugador con pasaporte croata, fichado para ser el base principal de la plantilla. Díaz promedia 6.7 puntos de valoración, por 6.1 del americano. Y juegan 20 y 18 minutos, respectivamente. A veces comparten quinteto, es cierto. En la disposición actual de la plantilla, sin Nedovic, hay hueco para que estén dos y hasta tres juntos en pista de entre Díaz, Lafayette, Smith y Fogg, ahora convertido en referente anotador. Si el serbio vuelve a un nivel cercano al que se fue, la coyuntura invita a pensar en más convivencia de tres bajitos que perjudicaría el minutaje de Waczynski y Dani Díez. Lafayette ha tenido algún momento bueno, pero su intrascendencia es el mayor problema. No tiene incidencia grande ni delante ni atrás. Y de un jugador con su caché y trayectoria se espera algo más.

En el caso de Brooks, el americano con pasaporte italiano exhibe buenas maneras pero no concreta. Dos faltas rápidas, algunas pérdidas pueriles, son frecuentes los despistes, más por falta de confianza que por actitud. Hay mucha satisfacción con su trabajo y en el cuerpo técnico se cree que puede ser un jugador de similar fiabilidad a la de Thomas. Su manejo de balón le debe llevar a generar más juego desde la posición de cuatro, tan básica en el baloncesto moderno. Jugó mucho como tres también, pero no parece que por ahí tenga campo para crecer en Málaga. De los nueve jugadores que están en pista al menos 17 minutos, sólo Díaz anota menos que él. Jugadores con menos dotes anotadoras le superan. Y se le advierte el talento ofensivo, pero no cuaja.

Dentro de la senda alcista del Unicaja, con cuatro victorias seguidas y un partido correcto en Múnich, hay varios jugadores en los que está el mayor campo de mejora colectivo. Si ellos crecen, el equipo lo hará. Lafayette y Brooks, los sustitutos de Markovic y Thomas, necesitan mejorar.

El rival del Unicaja el próximo domingo, el ICL Manresa, no atraviesa su mejor momento. Es colista de la Liga Endesa con un balance de 1-8 y la salvación está a dos victorias ya. Por eso, el partido de este domingo es trascendente. El ambiente parece caldeado. Según informaba Regió 7, periódico catalán, Ibon Navarro mandó a casa a Luksa Andric, pívot croata, por una discusión en la sesión de vídeo del pasado martes.