Los partidos de selecciones producen intranquilidad en los dirigentes de los clubes. No ha sido el terrible caso de Sergio Llull con España, pero el Unicaja también ha tenido su dosis de susto con la situación de Nemanja Nedovic. Un golpe en el hombro en un entrenamiento en Serbia produjo la alarma. Y las pruebas no fueron demasiado halagüeñas para su participación en el Eurobásket.

"El hueso está bastante separado y los ligamentos no se rompieron, pero quedaron muy dañados. Estaba en el borde de la cirugía para que el hueso de nuevo estuviera en su lugar", afirmaba Nemanja Nedovic en declaraciones a la prensa serbia.

El prestigioso doctor Vladan Stevanovic fue consultado por el cuerpo médico de la selección de serbia y dictaminó que descansara entre dos y tres semanas. Pero también dijo que incluso la inactividad se podía prolongar más de ese tiempo.

"Voy a estar con el equipo, por lo menos hasta que tengamos estas comprobaciones adicionales", proseguía Nedovic. El próximo viernes 18 se ofreció como siguiente fecha de revisión para ver la evoluación de su lesión. "Necesito esperar y hablar con el Unicaja. Creo que el club, dadas las circunstancias, estará en contra de mi participación en el Eurobásket", terminó el escolta serbio, llamado a ser el jugador de referencia la próxima temporada en el Unicaja, como ya lo fue en el grueso de la anterio.

El presidente, Eduardo García, ya mostró el pasado miércoles cuál era la postura. "No vamos a ocultar que preferimos que Nedovic no juegue el próximo Eurobásket, esperamos que venga a Málaga completar la recuperación", decía el máximo mandatario cajista. Parece que será así la situación.