Yannick Nzosa sigue con su evolución en su segunda temporada en la élite, pero aún no ha cumplido 18 años. Puede parecer que no está teniendo tanto impacto en el juego como en su arranque, pero tampoco está aún en plenitud física tras los problemas de pubis que tuvo durante varios meses. La progresión sigue su curso en su tercera campaña en Málaga, donde está adaptado plenamente. Sus agentes americanos vinieron a visitarle hace unas semanas, de fondo sigue estando el salto a la NBA, algo que ya podría ocurrir el próximo verano. Desde el Unicaja se intenta darle espacio al jugador, cuya actitud es ejemplar. Pero es lógico que su cabeza bulla con tanta atención e información.

Desde la temporada pasada, el Unicaja y la Federación Española activaron el proceso de nacionalización, una vez el de Kinshasa debutó a nivel senior, aún con 16 años, dejando una impronta de jugador de una proyección especial. El jugador, sus tutores y agentes mostraron su predisposición, que sigue vigente aunque todo se ha ralentizado. No ha concedido el Consejo de Ministros nacionalizaciones por carta de naturaleza desde que la recibió Aymeric Laporte para jugar la Eurocopa de fútbol. El trámite y el papeleo continúa.

Sucede que ha surgido un problema para ver a Nzosa vestir la camiseta de la selección española, que hace más lejano ese posible momento. La FIBA ha aprobado recientemente una medida contundente para contener el expolio masivo de jugadores jóvenes a países pobres. En el caso de Nzosa ya hay una residencia de tres cursos en Málaga y un asentamiento en el país. Pero se dictaminó desde el ente que rige el baloncesto que para las nacionalizaciones de jugadores mayores de 16 años no se permitiría a estos jugar con su nuevo país hasta los 23 años. Es el caso de Yannick Nzosa, que debutó con 16 ya cumplidos y que ahora hará 18. No sería hasta 2026 cuando podría jugar con la selección española absoluta. A cinco años vista, mucho puede oscilar en la carrera y las prioridades del jugador. Pero, de momento, sigue el proceso de nacionalización como español de Yannick Nzosa, ahora el segundo pívot en la rotación de Fotis Katsikaris en el Unicaja tras Michael Eric.