Unicaja

Nzosa y el consejo de su madre: "Tu momento llegará"

  • Nzosa es uno de los protagonistas del documental 'Buscando el camino' de la ACB

Yannick Nzosa, en la sesión de fotos de la ACB.

Yannick Nzosa, en la sesión de fotos de la ACB. / acb photo

Yannick Nzosa es uno de los protagonistas del documental Buscando el camino, producido por la ACB y que desde este sábado emitirá en varias ocasiones Movistar. Una producción televisiva que cuenta la historia de ocho jóvenes promesas de la Liga Endesa. Se trata de Dino Radoncic, Alex Antetokounmpo, Leandro Bolmaro, Carlos Alocén, Jaime Pradilla, Joel Parra y Osas Ehigiator, además del jugador del Unicaja. Cada uno recorrió unos pasos y ahí quedan descritos. Había ganas de escuchar de la propia boca del congoleño cómo ha llegado hasta aquí. Su historia, pero contada por él. Aún no tiene 18 años y, lógicamente, sus apariciones púbicas están controladas al milímetro. Es la segunda vez que habla

"Llegué a Europa con 13 años. Mi vida en el Congo... Cuando mis padres todavía no se habían divorciado, mi vida era mejor, estaba bien. Después de divorciarse, todo se complicó. Vivimos momentos complicados en casa porque mi madre no trabajaba y mi padre a veces no nos llamaba. A veces nos mandaba dinero y otras, no", cuenta el pívot, mientras Joe Lolonga, uno de sus tutores y hombres de confianza, recuerda su primer contacto con él: "Desde 2012 hago el acompañamiento de más de un centenar de jóvenes en la Academia Newgen. Me encargo de la escuela, de su salud y les acompaño a nivel deportivo. En 2016 llega Yannick. Lo descubren en un campo de fútbol. Él era el portero. Cuando llegó tenía problemas de nutrición. Estaba demasiado delgado para su edad". 

El Stella Azzurra fue su primer club en el baloncesto europeo. Desde ahí dio el salto al club de Los Guindos, en un proceso muy complejo y que fue llevado a los juzgados. "No me gusta mucho hablar de esa historia. Me ayudaron cuando llegué allí y trabajaron bien conmigo. Pero el problema fue que no se entendían con Joe", asegura Nzosa, mientras el propio Lolonga ofrece su versión: "A nivel escolar, de nutrición y de acompañamiento todo estaba bien. Pero el problema con el Stella Azzurra era por la formación. Vimos que si seguía allí, se estancaría, por lo que empezamos a buscar otro club. Es entonces cuando se desencadenó todo y la prensa italiana y española dice que secuestré al chico para llevarlo a España. Dijeron que había incumplido el contrato con el Stella Azzurra, pero la FIBA pudo hacer comprobar que no había ningún contrato firmado". 

Los trámites burocráticos se retrasaron y el joven sólo pudo jugar un torneo en Linares y el Adidas Next Generation Tournament. "Fue terrible. Mentalmente fue muy duro. Lo único que me decían era: 'Vas a jugar, vas a jugar', pero iban pasando los meses... Debo reconocer que hubo un momento en el que pensé en regresar a Italia porque no jugaba. Pero hablé con mi madre y me dijo: 'Has tomado una decisión. Quisiste cambiar y ahora hay que esperar. Debes estar calmado. Tu momento llegará'", rememora ahora Yannick Nzosa, que afronta su segunda temporada en el primer equipo cajista. Es un hombre básico para Katsikaris y, si el pubis le respeta, en el Draft del 2022 se le pueden abrir las puertas de la NBA. 

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