Dylan Osetkowski (San Diego, 1996) puede recordar por su coleta rubia y su aspecto bien parecido a un surfero californiano, pero es el nuevo fichaje del Unicaja. Firma, en el contrato estándar que se está ofreciendo en este verano, por una temporada con opción a otra. El club quiere seguir teniendo flexibilidad, aunque ese año extra condicionado siempre exige una cantidad de corte. Lo asumen en Los Guindos el riesgo, también los jugadores tienen, con esta fórmula, salidas asequibles si dan un buen rendimiento. Una contratación de nivel alto para el juego interior malagueño, que puede desenvolverse en las posiciones de cuatro y cinco. Lo ha hecho más en esta última en su etapa en Francia, en el Asvel Villeurbanne. Fue en un equipo con abundante potencial interior. Ya se dijo desde la dirección deportiva que uno de los aspectos claves en la configuración de la plantilla sería la polivalencia y la versatilidad, jugadores capaces de desenvolverse en varias posiciones. En Liga francesa promedió 9.2 puntos 3.3 rebotes y 1.2 asistencias para 10.2 de valoración en 20 minutos. En Euroliga, 6.1 puntos y 3.1 rebotes en 19 minutos para 6.2 de valoración. Ha sido, pues, parte importante de la rotación de un equipo de Euroliga.
A Málaga llega Osetkowski para ser un jugador capital. Hay que ver cómo acaba cerrándose la estructura interior del equipo de Ibon Navarro para constatar cuál es su rol, aunque parece destinado a esa posición de 4-5. Es interesante que no ocupe plaza de extranjero por sus ancestros alemanes. Su abuela era originaria de Bremerhaven, allá en el mar del Norte, desde donde partieron muchos alemanes rumbo a EEUU. Eso le permitió tener un pasaporte que le ofrece ventajas. "He estado soñando con esto desde que era un niño y sé que puedo obtener la ciudadanía alemana. Realmente siempre ha sido un sueño mío jugar con Alemania. Ahora que tengo ambos pasaportes, es uno de mis objetivos profesionales. Pero todavía tengo que trabajar mucho para eso", decía tras obtener el pasaporte.
El Unicaja hace un esfuerzo importante económico por el pívot, que cumplirá en Málaga su cuarta temporada como profesional. Fue subiendo escalones tras dos años en Tulane y dos en Texas con el consiguiente año de transición como penalización. Le quedó vestir la camiseta de Kevin Durant, el que era su ídolo de adolescencia, que jugó allí una temporada antes de saltar a la NBA. "Lo más importante que vi de Dylan fue lo que llamamos la 'mentalidad de enfoque-objetivo', que consiste en perseguir algo en lugar de jugar para no cometer un error o para evitar que suceda algo malo. Es un jugador atrevido", decía uno de los scouts que le analizó para valorarle si tenía hueco en la NBA.
De allí al Gottingen, Ulm, en Eurocup, y Asvel, en Euroliga. Viene a Málaga para dar un salto en su carrera, con protagonismo. Puede ser un creador de juego en estático, en Alemania promediaba 2.5 asistencias por duelo. En la LNB francesa también ha lanzado por encima del 40% en triples (bajando al 31% en Euroliga). Jugadores que abran el campo para que los pequeños creen siempre suman en el baloncesto moderno. Será interesante comprobar el uso de una apuesta, pues, interesante para el Unicaja. Una piedra angular del proyecto 2022/23. Primera experiencia en la ACB (también Perry se estrena).
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