REsultado y crónica del ratiopharm Ulm-Unicaja

Líderes con asterisco (76-81)

  • El Unicaja saca adelante el partido en Ulm, con un notable Francis Alonso (21 puntos) de ejecutor y se queda al frente del grupo

  • No obstante, el partido deja claros puntos de mejora

Gerun y Bouteille defienden a Klepeisz.

Gerun y Bouteille defienden a Klepeisz. / ratiopharm Ulm

Ulm, ciudad universitaria al lado del Danubio que vio nacer a una de las mentes más privilegiadas de la historia de la humanidad, Albert Einstein, cpntempló la cuarta victoria de la temporada en la Eurocup del Unicaja. El pase al Top 16 está encarrilado (4-1 de balance) y, por ese lado, el viaje a tierras alemanas fue productivo (76-81). La derrota, además, del Buducnost en Bar le deja como líder en solitario. En el debe, la solidez y la constancia del equipo, la construcción defensiva, está todavía demasiado lejos de su tope. Una brillante irrupción de Francis Alonso a caballo entre el tercer y el último cuarto fue esencial para sacar un partido decidido con varias jugadas un tanto raras en el último minuto. El ratiopharm tuvo el tiro para ponerse arriba a falta de 12 segundos, pero lo falló. No sentenció Thompson desde la personal y Abromaitis sentenció con un mate tras una pérdida absurda alemana para empatar. En fin, un partido menos, una victoria más.

Casimiro empezó el partido con una variación táctica, con Tim Abromaitis como tres, acompañando a los tres malagueños y a Deon Thompson. El arranque del Unicaja fue bueno, con los minutos más consistentes en defensa. Ello permitía atacar sin que el rival estuviera formado. Thompson ofrecía puntos en el poste bajo, Francis Alonso va consolidando su catálogo más amplio. Sin acertar en el triple, metía siete puntos con un dos más uno y dos tiros de media distancia, bandejas para él. Tras una canasta del malagueño, 11-20 para el Unicaja y tiempo muerto de Lakovic. Fue a 2:29 de la finalización de un primer cuarto que acabó con 22-20 para los locales.

El ratiopharm encontró vías de agua en la defensa cajista, con minutos para Gerun en los que volvió a evidenciar que está sin la confianza mínima que requiere un jugador profesional. No es, aunque sea limitado, ni mucho menos un jugador tan malo como muestra, pero Casimiro no quiere perderlo y le da protagonismo. También había tenido una presencia fugaz de dos minutos Carlos Suárez. Como la tuvo Yannick Nzosa, con dos faltas rápidas. No encontraba estabilidad el Unicaja, que veía un parcial de 14-0 adverso tras casi siete minutos sin anotar un punto. Es una constante en los últimos partidos, incluso cuando se ha ganado, rachas largas demasiado largas sin producir. Y se producen cuando el nivel defensivo baja, son vasos comunicantes en este deporte, sobre todo cuando hay una carencia clara en el ataque estático, donde existe una espesura con la que cuesta crear canastas sencillas, gratis. A borbotones, se generaban puntos, pero por calidad bruta, no por fluidez. Después de malos minutos defensivos, por momentos horribles con una falta de dureza con la que no se puede caminar por Europa, un triple sobre la bocina de Bouteille permitía ir empatado al vestuario (41-41). Sólo seis asistencias, síntoma de cómo se había atacado.

En el tercer cuarto, el Unicaja consiguió mejorar atrás defensivamente un punto, no mucho, y ello le permitió disfrutar de alguna renta interesante. Deon Thompson, en una línea al alza ofensivamente en los últimos partidos, ofrecía puntos y también generaba juego con algún pase a la mano. Se había vuelto a un quinteto más clásico, con Bouteille de tres. El francés tiene calidad de sobra, pero debe ser un finalizador. Cuando el balón pasa por él, no vuelve mejorado al compañero, pero hay serias opciones de que meta. Se lideraba por 47-57. Es una situación que se repite con Waczynski. Reaccionó el Ulm, pero un triple y tres tiros libres forzados por Francis Alonso permitían irse arriba en el marcador (58-62)en el cuarto final.

El escolta malagueño estaba fino ahora en el triple y metió dos consecutivos, con temple y sin dudar, y forzó dos tiros libres para irse hasta los 21 puntos. Es impagable tener un jugador así en el plantel, y de la casa. Hasta los ocho puntos se volvía a marchar el Unicaja, pero no enlazaba varios minutos con continuidad y el Ulm se colocaba a sólo un punto (70-71).

Con Alberto Díaz con otra minutada larga a los mandos, el partido se decidiría en términos de igualdad. Brizuela no desprendía buenas sensaciones y no jugaba en este tramo final y Alonso volvía tras un receso. Varias defensas malas del Unicaja dejaron el partido en una distancia mínima en el minuto final (76-77). A falta de 14 segundos, Alberto Díaz metió sólo un tiro libre y quedaba la última posesión para los alemanes (76-78). El triple no entró y la falta sobre Thompson en el rebote se saldó con un tiro libre. Le quedaba una bola para empatar al Ulm, pero la perdió y el partido se quedó.

Es mejor construir ganando y es cierto que viene un tramo cargadísimo de partidos, cuatro en siete días. Tiene valor el triunfo, pero hay que meter a jugadores en dinámica con urgencia e intentar ser más sólidos en defensa. Por ahí pasa el crecimiento del equipo, la posibilidad de hacer algo importante. Con el nivel actual, es impensable. Mientras tanto, una victoria más. La secuencia, cinco de seis. Pero hay que mejorar.

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