Resultado y crónica del Casademont Zaragoza - Unicaja

Como sople el viento (75-81)

  • El Unicaja depeciona con un pobre partido ante el Casademont Zaragoza después de la gran victoria del Palau

  • Pasados tres meses, el equipo es inconsistente e inestable

Jaime Fernández intenta dividir la defensa.

Jaime Fernández intenta dividir la defensa. / ACB Photo / G. Pozo

El partido del Palau hizo soñar, se jugó un baloncesto excelente y se ganó en una pista casi inaccesible. Pero la realidad es que el Unicaja es, a finales de diciembre, un equipo inconsistente e irregular, que no tiene solidez. Completó un partido pobre ante el Casademont Zaragoza, con unos porcentajes de tiro lamentables, y encajó su tercera derrota de la temporada en el Carpena, un lastre demasiado grande que le quita valor a los triunfos de campanillas a domicilio.

El rival, pasado un tercio de competición, es más solvente y mejor equipo, en el sentido de jugar mejor al baloncesto y comprender lo que hace falta en cada momento. Y es complicado aprender a jugar a mitad de una temporada. El rival está a cuatro victorias ya siendo un bloque de un presupuesto sustancialmente inferior. El público pitó al final del partido. El resultado hace daño (75-81). Ser cabeza de serie en la Copa ya es una entelequia. Pero preocupa mucho más esa endeblez crónica.

El Unicaja no supo leer el partido que le proponía el rival casi en ningún momento. El contrario siempre iba por delante en el marcador, salvo en un tramo del segundo cuarto, y también en el ritmo, en el plan. El equipo de Casimiro fue incapaz de cambiarlo. Superado en el rebote en las dos canastas, enmarañado en una defensa que volvió a sacar las costuras, con un déficit tremendo bajos los aros. Es cierto que Thompson, Gerun y Elegar estuvieron entre algodones durante la semana. También lo estuvo Justiz, al que Fisac reservó en la primera mitad para que en la segunda fuera un factor diferencial en el encuentro. El juego interior es un problema serio en el equipo malagueño. Apenas Suárez da unos niveles mínimos siempre. Si a Gerun y Elegar se les fusionara en un jugador sería un hombre muy aprovechable, pero ahora no mejoran al equipo. Son jugadores de características particulares.

El dominio bajo tableros del Casademont fue una de las claves de un partido en el que los dos equipos se movieron en porcentajes bajos. El Unicaja llevaba 2/26 en triples cuando Thompson metió uno a falta de 1:15 para el final del partido. Acabaría con 3/27. Es cierto que el Casademont colapsaba la zona, pero hay que mover el balón más rápido, como se hizo en el Palau y no aquí. No hubo respuesta.

El partido se resolvió en el cuarto final, no obstante. Pese a las dificultades para anotar, el Unicaja, a través de Brizuela, se colocó a un punto (60-61) después de ir haciendo la goma todo el duelo. Ahí el Zaragoza dio un puñetazo en la mesa. Parcial de 0-10, con Justiz dominador y el interesante Barreiro como ejecutor. Quizá entraron tarde Jaime y Adams, tampoco Thompson tuvo minutos como cinco salvo en el minuto final. El caso es que el Unicaja fue impotente para ganar a un equipo que está tercero porque no se lo han regalado. Y que, a día de hoy, está varios cuerpos por encima en casi todo.

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