Radoncic frustra la fiesta

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37 puntos del montenegrino tumban a un gran Unicaja en la final de Coín

El Unicaja posa con el trofeo de subcampeón.
El Unicaja posa con el trofeo de subcampeón. / J. M. O.
J. M. Olías

Málaga, 13 de febrero 2017 - 02:20

Dino Radoncic, ya internacional absoluto con Montenegro, negó al Unicaja la posibilidad de conquistar el exitoso Adidas Next Generation de Coín, torneo junior que ha atraído los focos del baloncesto de base del continente. Radoncic, 2.02 metros y que ya ha debutado con el primer equipo del Real Madrid, es un alero zurdo que ayer jugó un partido que todos los asistentes al atestado pabellón de la localidad coína recordarán seguro. 37 puntos metió, con un nivel de acierto inusual en esta categoría. Dominó, metió, repartió juego para su equipo, del que anotó más de la mitad de los puntos.

60-72 ganó el Madrid a un encomiable equipo junior del Unicaja, desprovisto de su jugador más atlético (Ablaye Sow) y con dos tercios de su plantel con jugadores de primer año, que repetirán el próximo. Dejó un regusto muy agradable el Unicaja, con señas de identidad de equipo combativo y con orgullo. Quizá le faltó un punto de brillantez y acierto en la final, algún jugador que emergiera por encima de los demás para recortar la influencia de Radoncic. Pero no hay hueco alguno para el reproche. Acabó derrengado el equipo de Paco Aurioles ante una selección mundial que había ganado sus tres partidos en la fase previa por la friolera de 38 puntos. Y le hizo partido al Real Madrid, algo a lo que no está acostumbrado el equipo blanco, que por momentos se vio desbordado ante el caudal de energía malagueña, con mucha actividad.

Fue el mejor partido del campeonato, pese a la derrota, del Unicaja, por el calado del rival y la importancia del momento. Empezó arriba el Madrid (2-8), que suele sentenciar sus partidos en el primer cuarto, así lo hizo en la primera fase. Pero el Unicaja tiró de orgullo. El fornido pívot, pero no exento de talento, fuengiroleño Morgan Stilma (13 puntos y seis rebotes) y el paleño Jesús Carralero (12 puntos y cinco rebotes) se unieron al base Luis García, capitán y cerebro, para decirle al resto del equipo que se podía competir. Y así lo demostraban al descanso, donde dominaba el Unicaja (32-30).

El Madrid subió las líneas en el segundo tiempo y sufrió el Unicaja, al que le costó encontrar caminos hacia el aro. El base Pantzar cambió el ritmo y Radoncic empezó a repartir juego. Ignacio Rosa, el jugador más talentoso del equipo, estaba magullado y le faltó algo de claridad para meter algún triple, una de sus especialidades. Se fajó en defensa y le colocó dos soberanos gorros a Radoncic. Pero el montenegrino, en una actuación para el recuerdo, asestó el golpe definitivo a un Unicaja orgulloso que no se rindió y que contagió a la afición presente en Coín que en Los Guindos sigue habiendo jugadores de nivel. En un torneo que es un lujo para Málaga y que aprobó con nota muy alta.

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