Resultado y crónica del Buducnost-Unicaja

Remontada exprés (81-82)

  • El Unicaja perdía por cuatro puntos a falta de 32 segundos y una sucesión de malas decisiones del Buducnost y acierto propio propicia que el equipo de Casimiro salga líder de Podgorica

Elegar realiza un poderoso mate.

Elegar realiza un poderoso mate. / Buducnost

A falta de un juego que debe mejorar, el Unicaja acumula victorias. No es mal negocio si es consciente de lo que hay que mejorar. Era un partido engañoso el de Podgorica. El Buducnost no había ganado aún pero había perdido tres partidos por una posesión. Son cuatro ya. El Unicaja remontó in extremis (perdía por cuatro a 32 segundos), con un palmeo de Deon Thompson a falta de 2.2 segundos y una buena defensa final para salir de Montenegro líder en solitario (81-82) en un grupo que tiene enjundia y en el que hay tiros, con una victoria entre el segundo y el quinto. Por encima (5-1) otea el Unicaja, que gana lejos de su tope.

Le está pasando en los últimos partidos a domicilio en Eurocup al Unicaja, que no sale con el chip defensivo con el que marca diferencias en la ACB. Normalmente en Europa suele haber mayor laxitud arbitral, mayor permisividad con el contacto. Así que no debería sentirse incómodo ahí el Unicaja, un equipo diseñado para ser duro. Pero Scott Bamforth, al que Casimiro conoce bien porque lo entrenó en Sevilla, metió en un parpadeo 10 puntos y lideraba al Buducnost (20-14) en un intento de despegue ante un Unicaja que no jugaba mal en ataque, pero que concedía demasiado atrás. Y se va demostrando que este equipo marca diferencias ahí. El balance defensivo no era bueno, Casimiro reseñaba que había que corregir el balance defensivo cuando se le preguntaba al descanso.

Con el paso de los minutos el ritmo del partido seguía alto. El parcial menos anotador de un equipo en el primer tiempo sería de 23 puntos, con los dos equipos por encima del 70% en tiros de dos y del 35% en triples. Otra vez, como ante el Betis, chirriaba el porcentaje de tiros libres (11/18, en parte por el porcentaje de Gerun, con 2/6). Hacía algún amago de despegue el Unicaja, como un triple de Jaime tras una buena circulación (30-36), pero volvía el Buducnost (40-40). Buenos minutos de Toupane y también notable Rubén Guerrero, que palmeó tres veces en el aro rival para sumar seis puntos. Los aliñó con seis rebotes en una muy productiva aparición en la rotación. El primer tiempo se cerró con una plástica canasta de Jaime Fernández tras desbordar a tres rivales (46-51).

Salió más metido el Unicaja, agotando la primera posesión del Buducnost y robando un balón en la siguiente defensa, pero resultó el espejismo. Se metió otra vez el duelo en un ritmo defensivo bajo y Casimiro se lo reprochaba a sus jugadores en un tiempo muerto. Debe entenderlo la plantilla, que la clave radica ahí. Hubo un susto cuando Cubbs golpeó de manera accidental con la cabeza la rodilla de Adams en un gesto imprevisto. El americano quedó KO en el suelo, bastante dolorido. Volvería al final del cuarto. Pero el Unicaja estaba incómodo en el encuentro, sin continuidad en defensa y ataque. Algún chispazo, no la constancia necesaria. Y el Buducnost, deseoso de ganar su primer partido, volteaba el partido y se iba por seis puntos (66-60), aunque el Unicaja se acercaba con buenos momentos de Suárez (69-68).

En el último cuarto bajó bastante el flujo anotador, costaba mucho perforar la canasta rival. Adams estaba un tanto fuera del partido, con la rodilla tocada. Cobbs era el capo del Buducnost, era el que decidía qué pasaba en cada posesión. Los dos equipos mezclaban imprecisiones. Falló una canasta Ejim en un contraataque, a Thompson se le escapó un balón en un alley hoop y Jaime falló un tiro claro desde la personal... Aun así, Thompson recortaba a un punto (78-77) en el último minuto, pero Bamforth repelía a 32 segundos con un lejano triple después de que Cobbs sacara un balón rodeado de defensores cajistas. Toupane sacaba una falta para lanzar tres tiros (81-80) y Jaime hacía lo propio en defensa con Cobbs, forzándole una falta de pillo cuando el Buducnost sacaba de banda.

La última posesión cajista se le jugó Jaime, que acabó encontrando una entrada camino al aro, con Thompson de barrendero para palmear. La última posesión, a 2.2 segundos, dejó una jugada para Bozic, que, bien defendido por Ejim, lanzó un tiro forzado que no entró. Una victoria trabajada, que parecía que se iba, pero que tiene su valor para fortificar su primera posición en el grupo. A falta de juego, resultados.

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