Resultado y crónica del Coosur Betis-Unicaja

Fotografía distinta con algún peligroso parecido (90-97)

  • El Unicaja consigue su 15ª Copa Andalucía tras derrotar al Coosur Betis en San Fernando

  • Micheal Eric (16 puntos y 11 rebotes) y Jonathan Barreiro (14 puntos) gustan en su debut 

La foto del Unicaja con la Copa de campeones de Andalucía

La foto del Unicaja con la Copa de campeones de Andalucía / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

El Unicaja alcanzó en Bahía Sur su 15ª Copa de Andalucía tras derrotar por 90-97 al Coosur Betis. Era la primera prueba de la pretemporada 2021/22 y de eso se trataba, de captar las primeras impresiones del equipo de Fotis Katsikaris en el primer ensayo con público. Con bajas aún, con el debut de tres fichajes (Cole, Barreiro y Eric) más el invitado Edgar Vicedo y el canterano Tanchyn, la fotografía primera se asemeja a la temporada pasada, no podía ser de otra forma con tres cuartos de plantilla ya con experiencia.

La falta de capacidad física y atlética evidente de la pasada temporada se ha intentado remendar con piezas de calado. Podrá rendir mejor o peor después, pero el perfil de un jugador como Micheal Eric era ultranecesario. El nigeriano firmó 16 puntos, 11 rebotes y 24 de valoración. Más allá de los números, ofreció presencia en los dos aros, en los dos rebotes. Además de esas cifras, bloqueó para asegurar rebotes para compañeros y tocó balones. Su estado físico aún no es óptimo y no tiene aún la exuberancia atlética que deberá alcanzar más adelante. Pero la primera impresión fue grata, aunque sufrió en algún momento en el emparejamiento con Todorovic, que hizo daño a todos sus pares.

También Jonathan Barreiro exhibió buenas cualidades, fue clave para amarrar el triunfo en los últimos minutos. Es un jugador pegamento pero que puede crear y brillar por sí solo también. Más tiempo como cuatro que como tres el gallego, en una bisagra que ejercerá durante toda la temporada en función de coyunturas propias y de los rivales. Parece un fichaje de rendimiento garantizado. Acabaría con 14 puntos, un par de asistencias y un par de rebotes de ataque en momentos en los que el partido estaba caliente. Con Norris Cole, que jugó más tiempo del esperado por su estado físico y por su reciente aterrizaje, hay que tomarse tiempo.

No obstante, hay carencias que siguen estando ahí. La defensa exterior sigue siendo deficiente y, salvo cristalización colectiva de táctica y esfuerzo, será un problema durante toda la temporada. La facilidad para meter triples (13/28 para el equipo malagueño) es una virtud que hay que explotar, pero no siempre se podrán meter en temporada 97 puntos. Katsikaris redujo la rotación a 10 jugadores, sin dar hueco a Pablo Sánchez hasta el cuarto final, síntoma de que quiere construir para ya. Joan Plaza movió más a sus jóvenes. Se celebra el regreso de Pepe Pozas tras medio año lesionado. El malagueño debe ser un referente para los béticos. Vrenz Bleijenbergh, es un nombre difícil de pronunciar y escribir pero que habrá que aprender porque su techo es ilimitado. Una apuesta interesante del Betis que dio problemas también en el segundo tiempo.

El Unicaja manejó el partido siempre con distancias relativamente cómodas, de cinco a 10 puntos, algún pico de 15, desde el primer cuarto. Sólo en el tercer cuarto el Betis logró empatar, pero rápidamente estiró el equipo malagueño. Bouteille, Alonso, Fernández y Brizuela dejaron su catálogo de canastas y repertorio ofensivo, pero sufrieron atrás, una constante de la temporada pasada. Una fotografía distinta, pero con peligrosos parecidos a la temporada pasada. Tiempo para seguir formando.

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