Resultado y crónica del Unicaja - Morabanc Andorra

Optimismo moderado (72-66)

  • El Unicaja aterriza en el play off con cinco victorias en seis partidos antes de medirse a un Valencia que llega como un tiro

  • Jaime decide en los minutos finales un encuentro muy disputado en el que debutó Rubén Guerrero

Waczynski se aprovecha de un bloqueo de Rubén Guerrero.

Waczynski se aprovecha de un bloqueo de Rubén Guerrero.

El Unicaja aterriza en el play off con optimismo moderado, con cinco victorias en los últimos seis partidos y una línea de juego más consistente. Quizá no en su pico de brillantez, pero sí con un punto más de solidez. Es la línea del último mes, falta testarlo ahora con la máxima presión.

El optimismo es moderado porque se es consciente de la dificultad que entraña vencer a un Valencia pletórico que pasaba a la misma hora por encima del Baskonia. El Unicaja sacó adelante un partido complicado ante un Morabanc Andorra competitivo (72-66) que se jugaba aún una posible carambola para entrar en el play off. Un encuentro físico, con exigencias tácticas y que acabó decidiendo la inspiración de Jaime Fernández y una buena defensa en los minutos finales. Todo en un clima positivo por el debut con la camiseta verde de Rubén Guerrero. Siempre que un canterano, más un malagueño, debuta hay un sentimiento colectivo de triunfo.

El MoraBanc tenía aún una caña tirada para meterse en el play off, entró en el partido con la concentración y el acierto necesario para marcar un ritmo alto de partido, de una exigencia que le convertía un buen test para lo que llegará desde el viernes con el Valencia. El 2-12 de salida marcaba esa necesidad de competir. Al Unicaja le faltaba acierto, con algún momento de atasco. La salida de Alberto a pista reactivó a todos, pero la situación empezaba a complicarse.

Dominaba el Morabanc el primer cuarto (15-25), con el Unicaja en un raquítico 30% en tiros de campo. Se conseguían más opciones extra de lo habitual en el rebote de ataque, pero ni así. Diagne intimidaba, colocado en el escaparate, y le ponía un tapón tremendo a Lessort. Tras dos canastas con malas defensas cajistas, elMorabanc se disparaba (17-31) y Casimiro pedía un tiempo muerto.

La fragilidad de los equilibrios en el baloncesto es grande. El Unicaja no había metido ningún triple en el minuto 14 de encuentro. Metieron dos Waczynski y Jaime y cambió el aire. Navarro pidió tiempo muerto rápidamente, pero el Unicaja había encontrado impulso para revertir el orden del partido. Con 27-33 y a 4:20 para el final del primer tiempo entraba en pista Rubén Guerrero.

El debut de un canterano, aunque haya hecho un master de seis años en Estados Unidos, siempre genera una atmósfera especial. Le vitoreó la afición en la presentación y celebró su entrada en pista. El primer parcial con él fue un 13-0. No es que tuviera un impacto especial sobre el partido. Colocó bloqueos de calidad para que sus compañeros generaran ventaja, punteó bien un par de tiros, apretó en el rebote de ataque. Y, de esa manera, con la izquierda, metía su primera canasta, muy celebrada por el Carpena. 40-33 dominaba el equipo malagueño, en un parcial de 23-2 desde el tiempo muerto de Casimiro. Como detalle, esa mayor recolecta en el rebote de ataque. 11, más que la media en 40 minutos, al descanso.

Recortó el Morabanc antes de pasar por el vestuario (40-38), dejando un segundo tiempo abierto en el que el nivel de agresividad e intensidad. Casimiro le dio un giro a las rotaciones con la ausencia de Sasu Salin. Puso a Dani Díez de cuatro también, más minutos para Waczynski, Milosavljevic jugando de dos... El polaco estaba entonado. Ha sido su peor temporada de las tres en Málaga, aún está a tiempo de expresar su última voluntad. Tres tiros libres de Wiltjer daban una ventaja interesante (53-44) al Unicaja, pero el Morabanc se agarraba al partido. Se ensartaron varios ataques improductivos, pero se aguantaba una diferencia favorable (57-52) al final del tercer cuarto.

Hubo más minutos para Rubén Guerrero, ahora en un contexto más exigente. Da, en cualquier caso, una alternativa que ahora mismo no ofrecía Viny Okouo. El Morabanc, tras más malos ataques contra una defensa zonal, se ponía otra vez a tiro. Le costaba ahora, pese a un triple de Waczynski, meter puntos al Unicaja. Y Jelinek ponía otra vez por delante al equipo andorrano (65-66). No había clarividencia, tampoco sobraba en el Morabanc.

Ya en los dos minutos finales, Jaime se fabricaba un triple sobre el final de posesión (68-66), después un delicioso pase a una mano con un golpe de muñeca en bote para Shermadini. Suárez capturó un rebote defensivo y la falta en su salida fue sancionada con antideportiva, sentenciando de esta manera un partido que acabó celebrándose en el Carpena. Casi 7.000 personas se animaron a acudir en un domingo de elecciones, gran clima y un partido sin demasiada trascendencia. Se llevaron un buen sabor de boca. Una victoria antes del play off y un debut de un malagueño con el primer equipo.

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