Unicaja

Saint-Supéry (28 puntos) rescata a España ante Montenegro (74-66) en el Europeo sub 16

  • El malagueño anota 16 puntos en el último cuarto para guiar el primero triunfo de la selección 

  • Este domingo, duelo ante Macedonia del Norte (18:45) para fijar la posición el cruce

  • La hora de Saint-Supéry

Mario Saint-Supéry intenta marcharse de un rival.

Mario Saint-Supéry intenta marcharse de un rival. / FIBA

España sub 16 salvó un delicado partido ante Montenegro (74-66) para ganar su primer partido del Europeo de la categoría, que se celebra en Skopje (Macedonia del Norte). Lo hizo a lomos del malagueño Mario Saint-Supéry, que realizó un último cuarto espectacular para guiar el triunfo. Señalado como uno de los jugadores del campeonato, después de que España fuera 34 minutos por detrás en el marcador, el joven gran proyecto del Unicaja apareció con 16 puntos en los 10 últimos minutos para tumbar al aguerrido equipo balcánico.

España, como en la víspera en la dura derrota ante Grecia, no jugó bien. Había problemas serios en el segundo cuarto, cuando Saint-Supéry cometía la tercera falta y Montenegro se llegó a escapar por encima de la quincena de puntos. Poco a poco, la selección fue remando. Se refugió en una zona 3-2 que ya probó ante los helenos el día previo, intentó cambiar la dinámica del partido. Juega algo contenida, tensa y la victoria debe valerle para soltar más las riendas, para correr sin miedo, algo a lo que se prestan las características de este equipo.

Sufriendo, al descanso se perdía 30-41 y en la entrada del último cuarto 51-55. Y ahí apareció Saint-Supéry, que hasta entonces había anotado cuatro triples que habían ayudado a sostener al equipo. Quizá le vino bien, paradójicamente, haber hecho esas faltas para llegar con piernas y cabeza muy frescas al final. Supo gestionar bien ese problema y acabar el partido sin ser eliminado, sumando experiencias, que es de lo que se trata en este nivel. Había estado tirando (algún lanzamiento demasiado lejano) e intentando crear juego antes, pero ya se abalanzó hacia el aro y fue incontenible. Forzó faltas, metió varias entradas batiendo pasos con una calidad superior y acabando con finura y rompió el partido, salvando una situación muy complicada para España, que debe encontrar aire en esta victoria. Como capitán, tiró del equipo y acabaría con 28 puntos (5/7 en tiros de dos, 4/9 en triples y 6/7 en libres), cuatro rebotes, dos asistencias, dos robos y un tapón, con cuatro pérdidas en el debe. 25 de valoración al final. Más allá de los números, la sensación fue que ganó el partido.

Este domingo, tercer partido del grupo, ante Macedonia del Norte (18:45 horas), a la que se ganó con amplitud en la preparación, pero ahora es otra historia. Quien gane será segundo y el que pierda, tercero.

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