El tramo final de temporada que completó Shannon Evans, cuando Luis Casimiro le dio las llaves del equipo y completó una segunda vuelta alucinante para salvar a un casi desahuciado Real Betis, hacía presumir que se ganaría un buen contrato en un club de un estrato superior al del sevillano en cualquier liga europea. Se le vinculó al Unicaja aunque en el club malagueño no se acometió el fichaje de manera decidida, se exploraron otras vías. Evans (28 años) está en plena madurez, tiene pasaporte guineano que le permite actuar como jugador cotonou y mejorar su cotización. También se le vinculó con el Real Madrid en este arranque de temporada, pero pareció un globo sonda.

Es Evans el gran peligro del Real Betis en su visita este sábado al Martín Carpena. El derbi andaluz por excelencia (felizmente habrá cuatro esta temporada con la inclusión del Covirán Granada) permitirá ver al base verdiblanco por el Palacio. Y habrá, lógicamente, faena de desgaste con Alberto Díaz, Kendrick Perry y puede que algún exterior más en el plan de partido que diseña Ibon Navarro. Es un jugador con los niveles más altos de la Liga en volumen de posesiones asumidas. Juega más de 33 minutos por partido, en los que promedia 22.8 puntos (48% en tiros de dos, 39% en triples y 78% en libres), 6.4 asistencias, 2.6 rebotes y 2.6 recuperaciones para 22.6 de valoración.

El base de Connecticut lidera las estadísticas de anotación, recuperación, asistencias y minutos en pista en la competición, es segundo en valoración y faltas recibidas. Son números de otro tiempo, de otra era en que los jugadores permanecían en pista más minutos y el ritmo era más bajo, sin tanto nivel físico. De alguna manera, Evans representa una idea más NBA en el baloncesto europeo. El razonamiento que se da en Estados Unidos cuando se pregunta es que la idea básica es que el balón esté el máximo tiempo posible en manos de los mejores jugadores. Y es en esencia lo que ocurre en el equipo de Luis Casimiro con el jugador norteamericano.

El Betis, con el director general Berdi Pérez, ex durante un trienio 2007-2010 del Unicaja, al frente, apostó por la paciencia en verano para que las peticiones de los agentes de Evans entraran dentro de lo realizable. Con los lógicos riesgos, pero salió bien la decisión. Es el gran peligro del Real Betis este domingo en el Carpena.