zan tabak. entrenador de baloncesto

"Shermadini es un pívot de otra época"

  • El croata fue jugador del Real Madrid y del Unicaja, con el que ganó la Copa de 2005

  • También trabajó al lado de Pablo Laso y Joan Plaza

  • Explica en 'Málaga Hoy' su visión del duelo y del baloncesto moderno

Zan Tabak da órdenes en un partido.

Zan Tabak da órdenes en un partido. / Efe

La carrera como baloncestista de Zan Tabak (Split, 1970) tiene poco parangón. Campeón de la NBA, de la Euroliga y medallista olímpico. Jugó al lado de Kukoc, Petrovic, Olajuwon y Reggie Miller, fue entrenado por Maljkovic, Rudy Tomjanovich, Larry Bird y Scariolo. Sobran dedos de las manos para encontrar competencia. Su último título como profesional fue la Copa de Zaragoza'05 vestido de verde. Fue jugador del Unicaja y del Real Madrid y miembro de los cuerpos técnicos de Joan Plaza (cinco años entre Madrid y Sevilla) y Pablo Laso (uno en el Real). A la espera de un proyecto que le seduzca, ahora es comentarista en Movistar. Analiza para Málaga Hoy el estado del baloncesto y la eliminatoria estrella de los cuartos de final.

-¿Qué tiene de especial la Copa del Rey?

En sus picos de forma tanto Unicaja como Madrid pueden ganar a cualquier equipo de EuropaPablo y Joan son dos entrenadores del máximo nivel europeo; la música suena y cada uno baila distintoDe la Copa de 2005 me acuerdo de que fue muy importante para toda la ciudad, era el primer título doméstico El deportes es un espejo de la sociedad, no hay paciencia para esperar un proceso de planificación

-Hay muy pocas competiciones más atractivas para todos. Puede compararse a Final Four de NCAA o Euroliga. Las aficiones animan a su equipo más que en otros sitiios. El hecho de que estén en el mismo país la hace diferente a otros torneos como la Final Four de Euroliga, que igual ya son más dispersos. Está muy bien organizado y se trata de una competición europea de la mejor liga doméstica, por eso se dice que es la más atractiva.

-¿Sigue siendo la ACB la mejor liga de Europa?

-Estoy siguiendo la ACB, por mi trabajo, para mantener la tensión y estar informado. También veo otras ligas. Por organización, por ser profesionales todos los que trabajan, por nivel de entrenadores, de clubes... Sí, es la mejor. Es verdad que se ha dividido la Liga en dos partes. Por arriba presupuestos más altos y otros más bajos, falta clase media. Pero si sigues mirando todo el conjunto sigue siendo la mejor ACB, sí. He entrenado en Israel y en Polonia. Tú en la ACB no te puedes permitir ninguna relajación ante equipos más pequeños, eso no pasa allí. Puedes perder en ACB fuera de casa después de jugar en Euroliga en cualquier sitio. Sufres.

-¿Cómo ve ese partido entre el Unicaja y el Real Madrid?

-Es un partido puede pasar de todo. En sus picos de forma tanto Unicaja como Real Madrid pueden ganar a cualquier equipo de Europa. Después de muchos años en este baloncesto y haber participado en muchos de estos partidos, como jugador o entrenador, donde todo se juega, pienso que son partidos injustos. Hay mucha gente que no entiende el alma de baloncesto y que está en contra del play off, pero la única manera de saber quién es el mejor es una serie de play off. Competiciones a un partido son emocionantes y muy buenas para el público, pero para jugadores y profesionales son muy poco agradecidas, puede pasar de todo. Un día malo para un equipo muy bueno, un equipo más flojo en un día excelente... Es también el encanto de la Copa, lógicamente. Y es lo que le hace más atractiva.

-¿Bajar la puntuación del Madrid, como se logró en el último partido de Euroliga, debe ser el objetivo del Unicaja?

-Todos los equipos que se enfrentan al Madrid lo plantean así. Es el mejor ataque de Europa quizá, bajar su anotación es un objetivo evidente. Pero es algo que es más fácil decir que hacer. El Madrid, si quiere ganar, debe adaptarse al estilo de juego del Unicaja, muy físico y agresivo en defensa. El Madrid tiene la baja de los pivots, no sé si llegarán en forma Randolph o Ayón, a pesar de que Tavares está jugando muy bien. Y el Unicaja tiene a Shermadini.

-Fue pívot y siempre trabajó con interiores. ¿Le gusta?

-Shermadini es un pívot de otra época, de hace 20 años. Pívots como él no hay en la actualidad. No porque no se enseñe, sino porque son las exigencias del juego moderno. Encontrar un jugador que haga daño continuamente en el poste bajo es difícil, pero, por otro lado, que pueda cumplir los requisitos de la defensa moderna es más complicado. Cambiar en bloqueos, movilidad lateral... El que es capaz de hacerlo dura uno o dos años en Europa, se va a la NBA. El juego ha cambiado con las posesiones de 24 segundos, se demanda versatilidad, se tiende al jugador capaz de hacerlo bien en todas las posiciones. Es bueno también que haya jugadores como Shermadini, grandes y determinantes. No es que el centro de gravedad haya dejado de ser el aro, pero hay otras formas de llegar a él.

-Ganó muchos títulos como jugador. El último fue la Copa de 2005 con el Unicaja.

-Fue un año muy jodido personalmente. Sólo jugué un poquito en la Copa y un poco después. Fueron 10 o 12 partidos sólo [exactamente fueron 13]. Tuve problemas en el glúteo, me salió pus y por causa de esto tuve una fascitis que no me dejó seguir. Ese año los problemas físicos acabaron conmigo como jugador. No creo que hubiera podido seguir mucho más, pero esa temporada y alguna más sí pienso que tenía en mis piernas.

-¿Del título tiene un mejor recuerdo?

-Después de esto Málaga ganó una Liga, llegó a la Final Four... Antes había ganado la Korac. Me acuerdo de que fue muy importante para toda la ciudad y vi la excitación del primer título doméstico. Me acuerdo de que la ciudad entera vivió aquello. Ganar este título tenía mucho mérito. Teníamos un equipo fuerte pero tuvimos muchísimos problemas físicos. La primera vez que nos juntamos todos fue para la Copa. Y la ganamos.

-Ha formado parte del staff de Joan Plaza y Pablo Laso. ¿Hay muchas diferencias entre ellos?

- Si tú dejas la misma música que suene, dos personas bailan de distinta forma. El baloncesto es el mismo, pero cada uno de nosotros lo interpreta de distinta manera, es lo bonito de ser entrenador. Pablo y Joan son entrenadores de altísimo nivel europeo, cada uno en sus facetas e ideas son muy buenos.

-El Madrid ha sido el dominador de las últimas cuatro Copas del Rey y ha ganado muchos títulos en los últimos años. ¿Cuál cree que fue la clave?

-La gente ve un producto final, lo que es la cancha. Pero eso es todo una suma. Si no funciona o la parte económica, la política, la parte médica... Todas esas ruedas pequeñas tienen que rodar para que el coche funcione. Si todo funciona, desde la parte económica hasta la cancha, tienes resultados. Otros clubes deben fijarse en la continuidad, pero no sólo del entrenador, que es muy importante, sino del staff, de jugadores, de la gente que rodea al equipo... La continuidad hace que todo funcione. Vemos que en Málaga también van las cosas ahora mejor que cuando hubo cambios constantes. Me lleva a una reflexión mayor. Vivimos una sociedad, en la que generaciones más jóvenes, empujando un botón, tienen lo que quieren con sólo un toque. En eso el deporte es el espejo de la sociedad, nadie quiere esperar un proceso de planificación, ser paciente para que salga un fruto. Como en la sociedad, la paciencia no se tiene para nada. El ritmo de vida es de 200 por hora...

-Le dio tiempo a trabajar con Luka Doncic.

-Sí, mi año con Pablo Laso en el Madrid fue en el que debutó y ya empezó a jugar con nosotros. En una época anterior que saliera un jugador de 16 a 19 años jugando en la élite no eran tan raro. Ahora bien, que un jugador de esta edad domine como él es muy raro. He visto jugadores muy buenos con su edad, pero dominando a nivel internacional, en Euroliga... Casi ninguno, este niño lo consigue.

-Jugó con ellos y vio de cerca a Petrovic o Kukoc. ¿Es Doncic de esa estirpe?

-Como va hasta ahora, sí lo parece, pero tiene camino por delante de él. Es evidente que es especial.

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