El bajo nivel que están dando los pivots del Unicaja ha propiciado el adelanto de los tiempos y la explosión de Yannick Nzosa. Está siendo diferencial con 16 años, algo sólo visto en fenómenos del calado de Luka Doncic y Ricky Rubio en la Liga ACB. Su edad aconseja prudencia y mesura, pero sus actuaciones hacen complicado no hablar de él.
Su actuación en Valencia, como ya pasó en Andorra, volvió a ser capital para la suerte del partido, defensivamente dio una presencia espectacular y cambió la forma de atacar de un equipo de Euroliga. Colocó cuatro tapones y se convirtió en el jugador más joven en lograr tal cifra en la ACB. Superó a Kristaps Porzingis, que también taponó en cuatro ocasiones con 18 años y cuatro meses en un Cajasol-Laboral Kutxa de 2013 (82-62). A Nzosa aún le queda un mes para los 17.
En Valencia, además, batió su récord de minutos (21:45), tapones (4), robos (3) y asistencias (3). Superó también al jugador más joven de la historia del Unicaja en poner cuatro tapone, rebasando a una leyenda en esta suerte del juego como Fran Vázquez, que lo hizo con 18 años. Sólo tiene por delante en esta faceta en el arranque a Malik Dime, Eddy Tavares, Jaime Echenique y Augusto Lima en toda la Liga.
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