El Unicaja oficializó la llegada de Dejan Kravic una vez el Hereda San Pablo Burgos y el pívot serbio, de 31 años y 2.13 metros, firmó su rescisión. El jugador no puede jugar ante el Surne Bilbao este domingo porque estaba inscrito como jugador del equipo burgalés en la jornada 15, a la que corresponde el duelo, una vez se realizó la permuta tras la suspensión por el brote de Covid para que la primera vuelta pudiera acabar antes del 30 de enero. A pesar de ello, se ha retrasado la sesión de entrenamiento de este viernes hasta por la tarde para intentar esperar su llegada y acelerar su integración, una vez pase el reconocimiento médico, habitualmente un trámite, pero relevante esta temporada en el Unicaja. Firmará hasta final de temporada, una vez lo cumpla.

Con la baja de Micheal Eric por su grave lesión y tras el revés del reconocimiento médico adverso de Williams, había urgencias para completar el juego interior y se ha dado un paso con Kravic. No obstante, serán Guerrero y Nzosa los cincos disponibles para el encuentro en Miribilla, para que el que se recupera a Alberto Díaz y Tim Abromaitis. 

El rendimiento de Kravic, pieza clave la pasada temporada en los dos títulos de Basketball Champions League, ha generado bastantes dudas en el penúltimo clasificado de la ACB, que intenta tocar teclas tras verse metido en el pozo y no salir. Ha cambiado de entrenador dos veces (Olmos por Maldonado, tras relevar éste a Tabak). Prescindió de Hayden Dalton y Tyrus McGee y ahora ha optado por Gamble, fichado como temporero, en vez de Kravic, y por ello procedió a la desvinculación del nuevo jugador del Unicaja.  

De formación americana tras nacer en Bosnia y después de que su familia huyera por la guerra de los Balcanes, Kravic jugó en Grecia e Italia antes de llegar a la ACB con el Obradoiro y después destacar en Burgos. 8.7 puntos, 5.9 rebotes y 1.1 asistencias para 10.4 de valoración en 21 minutos en la ACB y 7.4 puntos, 5.1 capturas y 1.6 pases de canasta para 11.3 de valoración en 19 minutos en la BCL son sus cifras esta temporada. En Burgos se le reprocha falta de contundencia defensiva pese a su altura. Es un jugador con facilidad para hacer buenos números, con habilidad para acabar bien con las dos manos aunque es zurdo y que juega bien el pick and roll, para lo que le harán falta compañeros socios. Como dato, ha ganado las tres últimas Basketball Champions League, con la Virtus de Bolonia en 2019 y en 2020 y en 2021 con el equipo burgalés. No tiene problemas para jugar la competición, una vez el Burgos no pasó del play in y puede haber un cambio de club durante la temporada.