Felipe Reyes no es un jugador cualquiera. El cordobés, con 35 años, ha ganado todo lo que se podía ganar en el baloncesto tanto en Estudiantes, el Real Madrid y la selección española. El pívot del conjunto blanco atendió a Málaga Hoy en la segunda edición del Campus Novaschool Felipe Reyes que se está celebrando en el Colegio Añoreta (Rincón de la Victoria) desde el 19 de julio hasta hoy. Los niños de entre los 6 y los 17 años aprenden las técnicas del baloncesto y además pueden jugar con su ídolo.

-¿Por qué decidió empezar a jugar al baloncesto? ¿Le sirvieron los consejos de tu familia?

-Por mi hermano Alfonso. Iba a verlo a los entrenamientos y también porque dentro de mi edad era de los más altos. Empecé a jugar desde los 10 años. Mi familia me apoyó pero al principio lo primero eran los estudios y el baloncesto era más bien como un hobby, pero lo más importante era que no dejara de estudiar.

-Ha acabado la temporada con rotundo éxito consiguiendo el póker gracias a la Supercopa, Copa del Rey, Liga y Euroliga, esta última siendo tu espinita clavada. ¿Cree que han escrito una página de oro en la historia del Real Madrid?

-Era el único título que me faltaba y tenía muchas ganas de conseguirlo, nos quedamos a las puertas los dos últimos años y habían sido palos bastantes duros. La verdad es que ha sido un año increíble el más completo hasta este momento tanto a nivel individual como a nivel de conjunto. El Madrid no conseguía ganar todos los títulos desde hace más de 20 años. No sólo hemos entrado en la historia del Madrid sino también en la historia del baloncesto.

-En esa pelea por los títulos ha estado el Unicaja, que estuvo a punto de vencer al Barcelona y meterse en la final de los play off. ¿Cómo vio al equipo cajista?

-La temporada fue muy buena. El Unicaja tuvo altibajos, pero al final en los momentos importantes siempre ha estado ahí. Estuvieron a punto de dar la sorpresa al Barcelona después de perder los partidos allí bastante bien, pero no se vinieron abajo y demostraron ser un equipo con carácter y con raza dirigidos por un gran entrenador que casi da la sorpresa. Al final se quedaron a las puertas, a pocos segundos de la final.

-¿Cree que Unicaja estará ahí otra vez peleando en todas las competiciones la próxima temporada?

-El Unicaja siempre es uno de los rivales a tener en cuenta a la hora de luchar por todos los títulos, porque tiene muy buenos jugadores españoles y extranjeros de calidad y, encima, está fichando muy bien. Como siempre, va a ser un equipo de los peligrosos.

-Precisamente, uno de los fichajes de Unicaja ha sido un ex-compañero suyo, Dani Díez, en el que hay muchas esperanzas depositadas. ¿Qué puede decir de él?

-Este año ha hecho una temporada increíble. Ha madurado como jugador en San Sebastián y seguro que con la ayuda de Joan va a seguir creciendo todavía más. Va a ser un jugador muy importante dentro del baloncesto español en unos años y segura que va a aportar muchas cosas a Unicaja.

-Desde el 2004 que fichó por el Real Madrid han pasado ya 11 años en la casa blanca. Tiene 35 años y ha renovado dos años más. El espíritu combativo de Espartaco continúa. ¿Tiene límites?

-Lo importante no es lo que ponga el número en el carnet de identidad sino cómo tú estés físicamente, cómo rindas dentro de la cancha. Si sigues rindiendo y ayudando al equipo a conseguir cosas importantes da igual los años que tengas, porque aquí lo que importa es jugar bien y estar preparado para jugar en un equipo como el Real Madrid y en la selección y yo sigo estando preparado.

-¿Cuáles han sido los mejores y peores momentos en la pista?

-He tenido muchos momentos buenos pero siempre me quedo con lo ganado a nivel de selección, Estudiantes y Real Madrid. He tenido la suerte de no lesionarme mucho pero eso son los peores momentos de un deportista.

-Cuando llegue el momento de decir adiós al baloncesto, ¿tiene pensado permanecer ligado al baloncesto?

-Me gustaría, pero ahora mismo sólo pienso en jugar y no en eso. Cuando se acerque el momento decidiré.

-¿Cuáles han sido los valores que le han marcado para poder hoy estar dónde está?

-Para mí los valores más importantes que me han marcado han sido la humildad, el trabajo y el esfuerzo.

-¿Cree que podría haber dado el salto a la NBA?

-Sí, pero para mí siempre ha sido prioritario el Madrid, por eso llevo tanto tiempo aquí. Me podía haber ido pero es que al sentirte tan querido no era necesario irme.

-De la faceta profesional pasamos a la faceta más cercana. En la segunda edición de su campus en el Colegio Añoreta está aconsejando a 110 niños y niñas que en un futuro quieren ser como usted. ¿Cómo se lo está pasando con los niños? ¿Cómo valora la formación que reciben?

-Me lo estoy pasando bien jugando partidillos con ellos. Se trata de enseñarles algo, que vean que el baloncesto no sea una obligación para ellos y no sea para pasarlo mal sino que se diviertan. Desde la organización del campus se están haciendo las cosas bien. Los monitores y los entrenadores están bien preparados. Además estan siendo muy cariñosos con los más pequeños, que son los que más lo necesitan.

-¿Es consciente de que es un ejemplo a seguir?

-Es importante ser un ejemplo tanto fuera como dentro de la cancha para que se fijen en nosotros. Somos jugadores a los que siguen muchos chavales que se sienten identificados con nosotros y es primordial dar una buena imagen.