El Unicaja vivió la dura realidad de cada edición de la Minicopa de baloncesto cuando toca enfrentarse al Real Madrid, una selección mundial con muchos de los mejores talentos que germinan. Este año el Barcelona ha dado un salto también de calidad en ese aspecto y todo parece conducir a un miniclásico en la final. Pero también es parte del proceso de aprendizaje jugar contra estos jugadores con físicos y talento extraordinario. El Unicaja también tiene chicos muy prometedores y no debe minar la moral de los jóvenes jugadores de Manolo Bazán, que durante varios tramos del partido tutearon al poderoso equipo blanco, aunque acabaran cayendo (57-84). El Día D señalado previamente era el partido de este viernes ante el Joventut, teórico encuentro clave para acceder a las semifinales. Tantos los badaloneses como los malagueños ganaron al Manresa (55-65 en el duelo previo, muy peleado por los del Bages con la Penya) y perdieron ante el Madrid, así que el vencedor (12:00 horas, Carranque) del Unicaja-Joventut jugará este sábado las semifinales del torneo, lo que ya daría una notable actuación.

El Real Madrid tiene talentos fabulosos. Quizá el más especial Pablo Mera, un exterior gallego bastante por encima del 1.90 que destila clase y que no anduvo lejos de un triple doble, con 25 puntos, nueve rebotes, siete robos y 33 de valoración. Se le considera el mejor talento nacional de 2010 y mostró los motivos. El croata Garma, un tirador con una puntería anormal a estas edades; el pívot Manel, un 2.09 metros con el que August Moller tuvo una bonita batalla; el alero Rhys Robinson, otro jugador de planta espectacular y con capacidad de hacer muchas cosas distintas.

El Unicaja fue bravo y, aunque desde mediado el primer cuarto se empezó a abrir el marcador, no dejó de competir y pelear. Con un buen ambiente en Carranque con los niños y niñas del Colegio de La Asunción llenando las gradas, se vivió como un partido de competición. August Moller mostró que también tiene el nivel para dar la cara contra pívots más físicos y atléticos que él. El joven danés firmó 13 puntos, ocho rebotes, cinco asistencias, dos robos y dos tapones. Es capaz de hacer muchas cosas distintas. Esta vez también lanzó triples para intentar sacar a Manel. No metió ninguno (0/4) pero sí dos tiros de seis metros. También tiene la muñeca. Acaba con las dos manos, cuando le doblaron la marca sabe sacar el balón, la ponea en el suelo... Detalles muy interesantes para un 2.03 metros al que el Unicaja intentará traer para que esté junto a su hermano, Marcus, en el futuro. Bien también el granadino Alonso de la Iglesia (14 puntos y cinco rebotes) y Antonio Martínez (11 tantos), dentro de una tónica positiva. Este viernes, el gran duelo ante el Joventut que separa luchar por el título o por el quinto lugar.